Al precio del pan le echan levadura, no deja de subir…

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Desde octubre del año pasado el precio del pan en promedio ha subido un quinto de su valor, según datos de la Odepa. Esto en cifras significa que de $1.800 pesos el kilo ha llegado a los $2.200 y debido a las externalidades como la sequía, el aumento del combustible, que se usa para hornear y para el reparto, sumado al conflicto en Ucrania, la inflación y la disponibilidad de mano de obra su valor podría subir incluso más.

En base a datos de la Federación Chilena de Industriales Panaderos (Fechipan), el promedio del consumo de pan en el país, está entre 88 a 90 kilos por persona al año, y que se ve reflejado en que los chilenos son los segundos consumidores de pan, solo superado por Alemania.

Y como no serlos si en los desayunos, en el almuerzo y la once es infaltable la marraqueta o la hallulla, cuyo precio ha subido en promedio un 20% en un periodo de seis meses.
Según se desprende del informe de la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (Odepa) el pan que más ha subido de precio en la región de Coquimbo en seis meses ha sido la hallulla integral pasando de $1.883 a $2.225, otro variedad que ha mostrado un aumento es la tradicional marraqueta, que en octubre costaba $1.543 y ahora cuesta $1.870, que corresponde a un 21% de aumento.

Otra variedad, el pan amasado, actualmente bordea los 2 mil pesos cuando hace seis meses costaba $1.800 pesos, lo que grafica que en Chile, ya aumentó el precio de las harinas, impacto que se refleja a nivel macroeconómico debido a que Rusia es el mayor exportador de trigo en el mundo.

Ante este escenario, Reinaldo Araya, presidente de la Asociación Gremial de empresas panaderas y pasteleras de la Región de Coquimbo (Agespan), comenta que «la mirada que tenemos como gremio es de preocupación en relación al precio de nuestros insumos que son los que afectan y llevan al alza al pan, y los derivados de las harinas y materias grasas como los pasteles».

«Estamos expectantes hasta que se solucionen los problemas externos, en ese caso puntualmente la guerra que ha afectado a dos países que son los máximos productores y exportadores de grano en el mundo, eso pujado a que el precio del grano suba a niveles que jamás lo hubiésemos pensado y por el momento no hay opción de que vayan disminuyendo hasta se resuelva el conflicto» agrega.

Factores externos como la guerra también ha impactado en el precio de los combustibles, «que afecta a toda la industria y a los chilenos, pero a nosotros es el doble por el gas para los hornos y por los vehículos de reparto que se relaciona con la logística interna nuestra».
En cuanto a las proyecciones, sostiene que «si no se resuelve el conflicto, no son buenas porque son precios que jamás hubiésemos pensando y lo mismo con las alzas, ya llevamos en el año un alza del 35% de las materias primas, y no todas las panaderías han subido los precios porque entendemos que el pan es un bien de primera necesidad y sabemos que no es fácil subir los precios porque afecta a la gente, sabemos nuestro impacto en la cadena alimenticia pero intentamos aguantar lo más posible antes que tener que actualizarlos».
«Esto se traduce en un alza del 20% en el precio hasta el momento y subiendo, que se va actualizando todas las semanas, de la harina y otros insumos como la materia grasa es lo que segundo que más utilizamos» añade.

En relación a las importaciones de los cereales, Araya explica que «el trigo chileno no alcanza a ser ni siquiera el 30% de la producción nacional de harina, por lo que el 70% es importado de varios países del mundo, y al transarlo hay una bolsa de valores de los commodities y eso es lo que sube, y nosotros solo debemos mirar y comprar porque no hay otra opción».

«El precio se transa a nivel internacional y ahí no tenemos injerencia, solo esperar a que se estabilice, tal cual como pasa con los combustibles» señala.

«Los sectores más postergados no tienen los recursos como para comprar a ese precio del pan»

En conversación con Aliro Chamorro, presidente del Sindicato de Panificadores de la región de Coquimbo, que agrupa a los trabajadores que producen el pan con cerca de 400 socios, relata que «los chilenos somos buenos para el pan, eso hay que dejarlo claro en primer lugar, ahora lo que se ha venido dando con la subida del precio es algo a nivel nacional y repercute en la región, y está influenciado por los productos que utilizamos para hacer pan han subido».

Insumos como la levadura, grasa y por sobre todo la harina de trigo, además del gas o la leña, los arriendos, «es una serie de elementos que conlleva a que suba».

«Esto no es responsabilidad de los dueños de panaderías o nosotros que hacemos el pan, es algo que viene a nivel internacional, como la guerra de Rusia con Ucrania, que son países que producen el trigo y eso conlleva a que a otros países le suban el precio» señala.
Respecto al posible precio del pan a futuro, sostiene que «ha subido bastante, hay panaderías que tienen distintos valores, algunos más conscientes y otros no tanto, y algunas proyecciones hablan que ya va a llegar a los $2.500 el kilo de pan».

«Mucha gente, sobre todo los sectores más postergados no tienen los recursos como para comprar a ese precio del pan, considerando que ellos comen más pan y no puede faltar en la mesa, pero algunos viendo la situación han subido demasiado» cierra.

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