Alcalde de Coquimbo suspende sesión tras fuerte encontrón con concejal Guido Hernández: «¿Le falta algo en su organismo que está así?, relájese estimado»

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Un tenso diálogo terminó con el jefe comunal Alí Manouchehri dando por finalizada abruptamente la sesión de concejo municipal en Coquimbo, desarrollada durante la mañana de este miércoles.

El concejal Guido Hernández interrumpió la exposición dando cuenta de un presunto acto en su contra, que lo habría imposibilitado de participar en la votación de la ampliación de la cita del cuerpo colegiado. Al armarse todo un enredo, el alcalde optó por terminar la reunión presencial.

Hernández aseguró que «se me está dejando ausente de forma tramposa», y es que, según su testimonio, la administración Manouchehri habría aprovechado la instancia en la que el concejal no se encontraba en la sala para poder someter a votación la ampliación del concejo.

El ex RN se había parado de su asiento para saludar a un grupo de dirigentes que se encontraban en las afueras del espacio donde se celebraba la sesión. En ese momento fue que el edil comenzó a pedir la votación a los concejales, como lo hace recurrentemente cuando llega la hora de hacerlo.

En medio de la discusión sobre los convenios del Techado de Coquimbo con el Instituto Nacional de Deportes, Guido Hernández le pedía al alcalde por favor poder tomarle la palabra, a lo que Manouchehri se negó.

«Respeto concejal, usted se puso de pie, baje su bandera de populismo», decía su colega y escudero número uno del alcalde, el concejal Pablo Galleguillos.

«Solicito que se me deje votar la ampliación, me están dejando ausente por el único motivo de que fui a saludar a los dirigentes que estaban afuera y que no querían dejar entrar al concejo, por eso me acerco a usted y al secretario para pedir con respeto repetir la votación», respondía Guido.

Fue en ese momento cuando se escucharon los aplausos de un puñado de dirigentes que se encontraban afuera de la sala, a lo que el concejal Galleguillos cuestionó: «Eso es lo que quería el concejal, aplaudámosle también».

Fue así que el alcalde y los concejales Freddy Bonilla, Abraham Schnaiderman y Mario Burlé le siguieron como foquitas aplaudiendo, mientras los integrantes de la Bancada de la Dignidad reían con cierto nerviosismo.

«No haga el ridículo concejal y le pido respeto, viene acá y nos trata de tramposos. Acá hay un concejo que se transmite públicamente, entonces le pido que se comporte», agregaba el alcalde, a quién se le había cambiado la cara a esa hora del día.

Todo se desarrollaba mientras parte del equipo municipal explicaba que en la sesión, una vez que culminaba sus tres horas naturales de concejo, se hacía la ampliación, siempre a eso de las 12:30 del día.

Sin embargo, la sesión tuvo su momento de mayor tensión ante las reiteradas insistencias de Hernández.

«No tiene por qué gritar concejal, relájese, ¿le falta algo en su organismo que está así?, entonces relájese estimado, aquí está en un concejo municipal y no en cualquier otro lado», lanzaba el alcalde Manouchehri.

Los funcionarios municipales que secundaron al jefe comunal señalaban que no sería «un capricho» haber realizado la votación en el momento que reclamaba el concejal, pues mencionaron que existirían dictámenes de Contraloría donde se expondría que un fiscalizador, para poder participar de todas las votaciones, deberá estar desde comienzo a fin en la sesión, sin interrupción.

Manouchehri planteó que entre sus facultades estaría el haber expulsado al concejal Hernández. «Esto es una vergüenza, esto se transmite públicamente, sé que este es un periodo donde usted quiere desarrollarse políticamente, pero tiene que hacerlo con respeto (…), necesito pasar a otros temas», acotaba la autoridad, quién quería pasar de página luego.

Una nueva interpelación de Hernández fue la gota que rebasó el vaso, instancia donde el alcalde leyó textual el reglamento para poder culminar repentinamente la sesión de concejo. «Usted se lo buscó señor concejal»

Así, Alí enumeró conceptos para dar por cerrada la cita, como la falta de orden o que interrumpan la palabra, y a los que se expresen sin la venia del presidente del concejo, es decir, del ex futbolista de Coquimbo Unido.

«Le pido disculpas a la gente, a los vecinos, me siento avergonzado de lo que hoy me toca presenciar, de no tener la capacidad de poder responder de otra manera contra una persona irrespetuosa a la que no le interesa una política que mire hacia arriba» (…)
«Voy a tener que suspender esta sesión, el concejal no va a dejar que esto se haga, ya lo planteó, dejo en acta la actitud del concejal, y cuando son las 12 con 58 minutos damos por cerrada esta sesión de concejo extraordinario», tocó las campanitas y se fueron todos de la sala.

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