Una impensada protesta en su contra, con un griterío, garabatos, golpes a los vidrios del auto, intentos de impedir el paso del vehículo, vivió ayer el alcalde Pereira al finalizar una reunión con un medio centenar de dirigentes del balneario para analizar diversas materias.
«No entiendo tanta rabia, incluso aún (después de dos horas de ocurrido) me siento asustado, no olvide que hace unos días sufrí un accidente…», comentó posteriormente sin entender tanta rabia.
Los vecinos de Tongoy, a su vez, reclamaban la falta de implementos, como termómetros y otros, para que la barrera sanitaria cumpla su objetivo, aun cuando reconocen que el municipio implementó la delegación con camioneta y personal.
Pereira aclaró que esos móviles están concentrados en el Centro de Salud Familiar y que el apoyo municipal está en las barreras que se han puesto para impedir que la gente llegue como turistas a su segunda vivienda.
Esta vez hubo filmación de lo ocurrido, prácticamente desde que comenzó. De hecho, ya antes que fuera abierta el portón para que saliera el auto de la Casa de la Cultura, alguien comienza el relato que luego hizo circular en redes sociales.
Al asomarse el vehículo a la calle, era esperado por unas quince o más personas que le impidieron el avance. Mujeres y hombres se apoyaron en el capot mientras otros golpeaban los vidrios y gritaban garabatos.
Al final el vehículo logró zafarse de la barricada humana, sin que por ello se acallaran los insultos.
Posteriormente, en las afueras de la Casa de la Cultura hubo pequeños incidentes entre quienes estuvieron en la reunión con el alcalde y los que presuntamente habían llegado con la intención de ser escuchados por la autoridad.
«Habíamos alrededor de cincuenta personas, dirigentes de diversas actividades. No podíamos asistir más por las normas sanitarias. Habíamos invitado al alcalde para analizar la situación de la industria turística y en general los problemas que enfrentan los vecinos de Tongoy», explicó a LA REGION el dirigente Raúl Sanders.
La trifulca se habría originado porque las personas que primero lanzaron panfletos al interior de la sala, pretendían participar de la asamblea. «Pero no se podía, y además el alcalde al comienzo dijo que tendría una hora de término, porque tenía un concejo extraordinario que debía presidir y por eso no podía quedarse más tiempo».
En entrevista radial, Pereira pidió precisar que las medidas por el coronavirus son de competencia de otras autoridades y que el municipio sólo puede apoyar, y en este sentido no han escatimado esfuerzos. De todas formas, ofreció volver reunirse con los vecinos de Tongoy apenas pudiera, esta semana.
Respecto de los temas tratados en la reunión, el dirigente Sanders señaló que buscaban tener orientación de las oficinas de Fomento Productivo y otras del municipio, para optar a beneficios o ayudas. «Esta manera de actuar no favorece a nadie. Los vecinos tienen razones justas para reclamar, pero nunca de esta forma. Tenemos que ir a las autoridades con el debido respeto y así estoy seguro que nos atenderán».
Por lo mismo, llamó a la calma». Hemos construido buenas relaciones, particularmente con el señor alcalde de Coquimbo, quien siempre nos ha atendido y respondido. Yo llamo a la calma, a la tranquilidad, sin renunciar a seguir luchando unidos, por ningún motivo divididos, ni menos peleados entre nosotros. Los tongoyinos somos pacíficos».
También hizo ver que algunos de los que reclaman son personas vinculadas a actividades del mar, que se tienen que ver en otras instancias.
«En esta reunión creamos mesas de trabajo, y una de ellas verá los temas de los pescadores con la Capitanía de Puerto, yo confío en que podremos avanzar en lograr lo que aspiramos, para alivianar la carga que nos ha significado estar casi dos meses sin trabajar. Llamo a todos los vecinos a la calma y a estar unidos», reiteró.
Por ultimo Raúl Sanders pidió que «confíen en sus dirigentes, ya habrá tiempo para hacer evaluaciones, ahora es el tiempo de estar unidos, de ayudarnos a alivianar estos días. Hay vecinos que no tienen que comer y se desesperan, hay que apoyarlos».