El pasado 6 de diciembre del 2012 asumió como alcalde Cristian Galleguillos, luego de imponerse con alrededor de un 46% en las elecciones de octubre del año pasado. Hoy, a un año de asumir como edil, destaca el desarrollo de Coquimbo, el interés por los empresarios de invertir en la comuna porteña, y los proyectos que se tienen delineados para futuro.
Sin embargo, admite que una de las grandes falencias que existen en la comuna ha sido el descontento de las familias de Tongoy, en donde se está trabajando en el Plan Tongoy para su mayor desarrollo; así como también la bandera de lucha que ha tomado Galleguillos, no permitir que Coquimbo deje de percibir más de cinco mil millones de pesos desde el Casino, por concepto de utilidades, a raíz de una ley que en el 2015 dejaría a todos los municipios con casino sin esta importante cantidad de recursos.
¿Qué fue lo más difícil al asumir como alcalde?
«Sin duda ha sido esta llegada al mundo de la política, considerando que yo vengo del hospital y generalmente, cuando uno llega a un ambiente diferente, digamos, de trabajo y responsabilidades; y las más grandes responsabilidades como alcalde son conocer, adaptarse, hacer un diagnóstico de la realidad del funcionamiento interno de la municipalidad y también de todo lo que es la comuna, que es inmensa (…) todo esto se hace con la gente, con trabajo en equipo, incorporando mucha transparencia que son los principios rectores de mi gestión, unidos a la integración».
¿Ha continuado el estilo que tenía el ex alcalde Pereira o ha implementado un estilo personalizado?
«Cada persona tenemos nuestras propias características y nuestros propios estilos de liderazgo, pero sin duda que lo que hemos dicho que con fuerza queremos mantener esa cercanía con la gente que mi amigo –que en paz descanse- Óscar Pereira tenía, esa acogida y permanentemente un lenguaje cercano con la gente. Eso lo hemos tratado de seguir practicando, y así hemos estado con nuestros dirigentes, clubes de adulto mayor, centros de madres».
En relación a su administración, ¿cuáles han sido los desafíos más complejos de enfrentar?
«Hay varios desafíos, tal vez identificar algún área más compleja que otra puede ser más difícil para mí, pero el caso de Tongoy en donde nuestros habitantes del balneario se sentían absolutamente desplazados y el patio trasero de Coquimbo, como reencantarlos, como convencerlos de que nosotros, de corazón y convicción, estamos hablando del Plan Tongoy, cómo planificamos a corto, mediano y largo plazo todos los que son los proyectos de desarrollo; esa fue una de las áreas que nos requirieron bastante. Por otra parte, en relación a los casinos municipales, nuestro casino forma parte de Coquimbo y que por una ley a nivel nacional hecha entre cuatro paredes en Santiago, quisieran quitárnoslo, la cantidad importante de recursos que nuestro municipio dispone por concepto de utilidades y que van en directa relación de nuestros vecinos, es un desafío importante».
¿Cómo analiza la cantidad importante de proyectos que están desembarcando en la comuna?
«Durante este año hemos visto con satisfacción cómo el interés de los empresarios y la confianza en lo que es el desarrollo de Coquimbo, se manifiesta en diferentes proyectos, como por ejemplo, ha ingresado a nuestra Dirección de Obras Municipales varios edificios de oficinas, proyectos de estos mall junto con multicine, con restaurantes; áreas de desarrollo de salud, educación, que nos llena de satisfacción. Por nuestra parte, todo lo que es la inversión en obras públicas, infraestructura vial, algunas de ellas que están bastante avanzadas, por ejemplo el Eje Varela; además se viene la recuperación de los zig zags, los estacionamientos subterráneos o la construcción de nuestro edificio municipal».
