En agosto de 1989, la apacible localidad de Las Rojas, comuna de La Serena, se vio convulsionada tras el descubrimiento fortuito de los restos de un mastodonte. En esa época don Eliseo Volta quien era dueño del sitio del hallazgo, se encontraba efectuando trabajos en su parcela, sin pensar que dejaría al descubierto los vestigios de este gran herbívoro del pleistoceno.
Coincidentemente la noticia llega a oídos de la arqueóloga peruana Diana Wagner, la que residía en la misma zona, y quien tras inspeccionar los restos decide comunicar la noticia al Museo Arqueológico de La Serena. Es así como un equipo de profesionales se traslada al lugar.
Una de esos expertos era la doctora en antropología forense, quien es chilena y trabajada de la Universidad de Rowan, Estados Unidos, María Rosado. Recientemente visitó La Serena y recordó junto a LA REGIÓN los detalles de este importante descubrimiento.
«Me acuerdo que yo estaba trabajando en el museo antiguo. El director Gonzalo Ampuero y el arqueólogo Gastón Castillo vinieron ha hablar conmigo y me contaron que había un cuerpo en Las Rojas…pregunté de qué se trata y me dijeron que parece que era paleontológico. Eso es lo que recuerdo. Con nosotros fue una arqueóloga peruana Diana Wagner. Después no supe más de ella…los restos estaban en una pendiente y había una estratigrafía muy clara. Invitaron a un geólogo de la Universidad de La Serena y sí me recuerdo bien que definitivamente era de la edad de hielo, del pleistoceno tardío. Creo que le dieron como 11 mil años», dijo Rosado.
La antropóloga destacó la trascendencia que tiene este descubrimiento para la historia del país. «Este tipo de hallazgos tiene un impacto enorme en términos no solamente paleontológico, sino que también para poder saber de los animales que vivían en esos tiempos en el territorio que ahora es chileno. Los mastodontes se sabe que son parte de la megafauna que se extinguió después que terminó la edad de hielo. Estos animalitos vivieron cuando los niveles del mar estaban mucho más bajo, había mucho más litoral y la vegetación era muy diferente porque cambio el clima completamente», afirmó.
