Hasta agosto tienen plazo los 16 locatarios de restaurantes y otros negocios del ex mercado municipal, ubicado entre las céntricas calle Melgarejo Bilbao y avenida Varela de Coquimbo, para salir del recinto, en vista que el propietario del inmueble, el empresario Jorge Rubio, dueño de Inversiones Mercado, quien lo adquirió durante la administración del ex alcalde Pedro Velásquez, lo demolerá para construir un edificio comercial.
Cerca de 100
personas quedan
sin fuente laboral
Diario LA REGIÓN consultó a Guillermo Muñoz, dueño del restaurante “La Clave”, que funciona en el ex mercado, por la situación que enfrentarán al tener que salir del recinto a mitad de año, junto a los otros 15 locatarios actuales.
“Ahora estamos en una posición muy incierta para los dueños de los restaurantes y otros comerciantes que están acá, porque no se vio que acá se genera un problema social, porque, por ejemplo, yo tengo a 6 trabajadores que tienen familias que mantener, y si bien sabemos que no podemos hacer nada, le pido al dueño del edificio que nos dé un mayor plazo para poder salir”.
Muñoz indicó que la necesidad de contar con más tiempo dice relación con que desde el año pasado, debido a las obras de construcción del paseo semipeatonal del centro de la ciudad, la clientela ha bajado ostensiblemente y por ende las ganancias, “acá ha estado muy malo, por el poco público que tenemos desde que empezaron los trabajos en el centro, y si bien algunos de los dueños de locales podemos mantenernos un tiempo y buscar otro local, la gente que trabaja con nosotros no puede hacer eso, y por eso digo que ojala el dueño considere esto, porque si sumamos a toda la gente de acá, serían como 100 personas las que quedarían sin trabajo”.
Darwin Arqueros, representante de los locatarios y propietario del antiguo restaurante “Nilfa”, indicó que ya empezaron a pedir apoyo de diversas instancias para lograr obtener más tiempo para la salida y ver la opción de encontrar otro espacio para laborar.
“Hay que decir primero que directamente son como 100 personas las que trabajan acá, pero detrás hay familias, entonces podemos decir que al final dependen alrededor de 500 personas de nuestros locales. Por eso empezamos a buscar ayuda, y así tomamos contacto con la Cámara de Comercio para plantear este problema al municipio y al alcalde, y si bien esto es un negocio privado, pienso que cuando el dueño presentó el proyecto de construir acá, los funcionarios municipales que ven las obras nuevas debieron haber intercedido para pedir mayor tiempo para que veamos cómo seguir en otro sector. Ya nos llamaron del municipio para una reunión con el alcalde el lunes, en la que esperamos nos ayuden a pedir más tiempo, por lo menos o ver donde podríamos trasladarnos si es posible”.
Ante la consulta por si hay opciones reales que encuentren, antes de agosto, nuevos locales, Arqueros dijo, “es difícil que en estos pocos meses encontremos algo para trasladarnos aquí en el Centro, porque los arriendos se han ido a las nubes, y si bien varios locatarios de acá estaban postulando al Mercado del Mar, eso también quedó en el aire porque la obra sigue inconclusa, y ahora no sabemos qué hacer, por lo que estamos desesperados”.
Patricio Basaure, del restaurante que lleva su apellido, también es otro de los representantes del gremio que propuso un lapso de un año para retirarse, “para poder buscar un nuevo local necesitamos por lo menos 12 meses, porque por la construcción de las calles del centro durante todo el 2018 y el verano de este año, no hemos tenido ganancias, y eso nos trajo como consecuencia deudas que tenemos que pagar. Ojalá el dueño de este edificio nos escuche y nos permita salir en marzo del otro año, lo que sería ideal después de la época estival, para ver si ganamos algunos pesos más, para que lo que queremos seguir con un restaurante podamos cambiarnos”.
Al saber de la situación que enfrentan los 16 locatarios, el diputado Daniel Núñez ayer tomó contacto de forma personal con sus representantes, a los que indicó que les prestará asesoría para gestionar la opción de salir del edificio después de la temporada estival 2020, apelando a la buena voluntad del propietario y a las autoridades locales para reubicar a los comerciantes
“Sabemos que por ser un recinto privado no tenemos mayor injerencia al respecto, pero hay que tener presente que el ex mercado es muy característico de Coquimbo, que da mucho empleo en los restaurantes, y por eso considero que hay que buscarles una solución, ya que seis meses para salir es muy poco tiempo, porque se debería dar un mínimo a los locatarios para reemprender su negocio en otro lugar, y si este espacio histórico va a desaparecer porque el dueño lo va a demoler para luego construir, hay que buscar otro sitio para estos comerciantes, para que no se pierda este espacio que es parte de la idiosincrasia y de la cultura coquimbana, y así vamos a apelar al alcalde y a los concejales, al Gobierno y a los consejeros regionales, para darles la solución de una reubicación”, finalizó Núñez.