El científico se encuentra en la región dando a conocer los estudios que han realizado acerca del plástico en el Pacífico Sur así como siendo parte de talleres para niños; parte de las actividades que realiza en la Fundación Algalita y que, entre otras, apoya la Universidad Católica del Norte.
Usted es reconocido tanto por sus investigaciones así como por dar a conocer lo de las «islas de plástico». ¿Cómo ve el panorama actual de nuestros mares al respecto?
La cantidad de plástico en el pacífico sur está próximamente al nivel que encontré allá arriba en el norte en 2007. Digamos que ustedes en un sentido bueno están atrasados en el nivel de plástico flotante diez años en comparación con nosotros. Aquí la mayoría de los desechos que encontramos son de la industria pesquera a diferencia del otro lado en donde casi la mitad es de productos comunes que uno encuentra en zonas pobladas como brochas para dientes, tapas para botellas o tazas para bebidas. La mayoría de la basura plástica del pacífico sur viene de la industria pesquera de la costa de Chile o Australia o Nueva Zelanda o Asia.
En ese sentido usted ¿cree que con este atraso podamos revertir la situación que se está dando en el norte creando más consciencia ambiental?
Ese es mi fin, crear consciencia y prevenir que los niveles se aproximen a los que hay en el norte porque el norte está en peligro de destruir completamente un hábitat natural y aquí estoy pidiendo ayuda para que su mar no se convierta en un vertedero marino al sur del Ecuador.
-¿Este trabajo lo está realizando con alguien en particular?
La fundación Algalita que es la fundación que a mí me apoya desde 1994 y nos mantiene aquí trabajando con diferentes grupos de reciclaje y que tienen que ver con la basura tanto en Punta de Lobos como en Antofagasta o Arica. Son organizaciones que trabajan con la comunidad; nuestro enfoque. También universidades que organizan nuestras mesas y que van a publicar papers científicos en revistas científicas; entonces trabajamos con la comunidad al mismo tiempo que trabajamos con las universidades.
Este trabajo que usted viene realizando ¿ha tenido algún impacto?
Tres décadas hemos hecho este trabajo y sí, estamos notando un mayor esfuerzo para prevenir que el plástico llegue el al mar y en ese sentido es un éxito nuestro trabajo
La reducción, si se pudiese medir, de cuánto sería. ¿Se puede hacer una estimación?
Por ahora no puedo hacer una estimación ya que es algo un poco subjetivo pero estoy viendo menos en las playas de donde vivo – Los Angeles, California – por lo que se nota la prevención que hemos hecho. Pero cuando hay tormentas como ahora, que hay mucha lluvias en mi pueblo, la cantidad que sale a flota es impresionante y peor que nunca. Cuando hay muchas fuerzas de vientos se encuentran mucho más y la cosa es que no vamos a poder prevenirlo si no reducimos la cantidad que usamos a diario. Ahora la tendencia es incrementar el uso de las bolsas de plástico alrededor de cada manzana, pepino, dulce; la tendencia es envolverlo todo en plástico pero eso es contra todo lo que estamos tratando de hacer. La idea es reducir, no incrementar el uso del plástico. En ese escenario es muy difícil pronosticar mejoras en la situación marina.
Usted dice que es importante reducir el uso de plástico porque afecta no solo a la fauna marina sino también a la cadena alimenticia y, por ende, a los humanos…
Evidentemente. No se olvide que el plástico no es inerte, tiene químicos que afectan la salud humana y que pasan directo a la comida, es un material muy malo. Se han hecho varios estudios respecto a lo que contiene, por ejemplo, una caja de pizza los que han demostrado su nocividad.
¿Alguna consecuencia que le pueda producir a una persona consumir estos plásticos indirectamente a través de peces y demás?
Los efectos en la salud humana son más evidentes en el uso directo que en la comida marina, pero estamos viendo un aumento en esa contaminación en la cadena alimenticia marina y cuando siga aumentando vamos a tener problemas con nuestros mariscos. No podemos decir que ahora tengamos problemas para la salud humana, pero sí lo tiene el contacto directo del plástico en los supermercados, malls y demás. El uso de esponjas, retardantes de incendios o alfombras sí se están acumulando en nuestra sangre, en nuestros cuerpos. La venta de químicos asociados con plásticos es más problemático al humano ahora directamente, pero indirecto en mariscos se puede incrementar en un futuro si seguimos plantando en oceáno con plástico.
En una entrevista anterior recalcó que es imposible sacar los plásticos del mar, ¿por qué?
Porque el mar es un hábitat mucho más enorme, tiene promedio una profundidad de dos millas y mucho del plástico no está en la superficie, está en el fondo. Imagínate aspirando toda la superficie del planeta sería mucho más difícil limpiar el oceáno que la tierra.
Por lo mismo imagino que, independiente del trabajo que ustedes están realizando la idea es poder crear consciencia.
Claro, por eso llamamos a nuestra organización Algalita Marine Research and Education y es que la educación es tan importante que cambiamos nuestro nombre ya que no solo somos una empresa de investigación marina sino que de educación también. Una fundación que involucra a niños de kínder hasta la secundaria.
Por último, cuál es la razón por la que apostaron por esta región y vinieron a hacer esta campaña.
Porque Chile tiene el mejor grupo de todo el mundo respecto a los científicos de la basura. Un grupo creado en base de la comunidad y las universidades que ayudan como guías o tomadores de muestra. Saben cómo enfrentar el problema y cómo combatir a la polución del plástico en el medio ambiente. Por eso Chile es un país líder en el asunto de hacer la consciencia total a toda la población acerca de la nueva edad en que vivimos, la edad de plástico. Tenemos que tener más educación acerca del fenómeno del plástico si vamos a vivir en un mundo plástico.
-¿Volverá pronto por acá?
Cuando regrese a Estados Unidos voy a estar en contacto. Tengo muchas ganas de regresar, Chile para mi es un país que me lleva a mi juventud, hace sesenta años para atrás, en donde el mundo del norte – específicamente California – tenía similitudes con el Chile de ustedes. Tenía caletas, vegetación natural, una costa prístina; algo que quiero que ustedes guarden para sí mismos y no lo pierdan como nosotros lo perdimos».