Esto en relación al tiempo que han demorado los trabajos, que para Paola González, a cargo. «Puedes hacerlo fácil, y que no le sirva a nadie, o hacerlo con la profundidad debida y que quede como un legado para nosotros y las futuras generaciones», manifiesta.
Han pasado cinco años desde que las obras de la doble vía que unirá a La Serena con Vallenar fueron paralizadas debido al hallazgo de osamentas humanas (en ella hay rastros de las culturas prehispánicas Molle, Ánimas y Diaguita) distribuidas en un polígono de 380 metros de largo por 50 de ancho en el sector de Las Compañías Bajas, en La Serena.
Demasiado tiempo dirán algunos. Pero no para la arqueóloga Paola González, líder de las excavaciones que se realizaron en El Olivar, y que gracias a las investigaciones posteriores se logró determinar que en esa área -cerca de dos hectáreas- había 8 cementerios, 29 conchales y hartos rasgos habitacionales…
«Lo que pasa es que acá se recobraron cinco containers de materiales, lo que quiere decir que ningún proyecto arqueológico chileno había recobrado tanto material, por lo tanto los plazos han sido extensos, porque la labor de análisis también ha sido enorme, así que vamos en un lapso de tiempo acorde con la importancia del sitio y con la gran riqueza de materiales que tenemos», sostuvo la profesional, que trabajó a la par con el arqueólogo Gabriel Cantarutti, además de 70 profesionales, 30 arqueólogos, 25 antropólogos físicos, 15 conservadores y 10 jornales.
Cuenta que sí, que puede parecer un largo tiempo para las personas, «pero para una cosa de una escala tan grande, con materiales tan preciosos, tan poco comunes, no es un lapso largo. Y nosotros no hemos parado de investigar, pero lo que pasa es que el material es enorme, y cómo analizas en un año cinco containers: o haces un simple informe o te lo tomas en serio. Y si haces un trabajo serio, esto demanda tiempo, diferentes especialidades, y una etapa previa de limpieza. Insisto, esto se ha demorado porque el sitio es enorme, y porque también es una responsabilidad gigante la que tenemos en nuestras manos, debido a que este lugar es un hito de la prehistoria no solamente chilena, sino que también sudamericana, y debemos sacarle el mayor partido posible a lo recobrado, o de lo contrario no tendría ningún sentido».
Por ejemplo, destaca González, cuyo mayor aprendizaje ha sido el contexto en que se ha desarrollado este hallazgo y la gran escala que ha alcanzado este rescate arqueológico, que existe un proyecto que tiene que ver con genética diaguita, un estudio pionero.
Y en ese punto, afirma que «hace poco regresamos de Atacama, donde se estuvimos tomando muestras de distintas poblaciones diaguitas actuales, y lo que se piensa hacer es comparar el ADN de la población recuperada en El Olivar, con el de las poblaciones actuales, lo que te permitirá entregar antecedentes respecto al origen de los Diaguitas y a su vinculación con otros grupos, como los andinos, amazónicos o las poblaciones mapuches. De este modo, este trabajo nos dará una biografía acerca de quiénes son estos pueblos…».
Destaca que «estamos analizando una comunidad concreta durante un lapso de 600 años, donde está representado desde el inicio de la cultura Diaguita hasta la llegada de los Incas, entonces la suma de toda esta entrada de información nos abrirá una ventana inmensa para comprender cómo fue la calidad de vida, el mundo simbólico, los procesos sociales, las relaciones de géneros, cosas que nunca antes habíamos imaginado saber acerca del pueblo Diaguita.
A finales de 2016 se decidió el traslado hasta Santiago, pues en el container, y debido a la humedad, los restos estaban produciendo hongos. Pero, «aún quedaban muchas etapas por hacer, como la microexcavación, por ejemplo».
Esa labor ya se realizó y también «se hizo el informe ejecutivo que se presentó en junio de 2018, pero el Consejo demoró tiempo en evaluar, y en 2019 nos hizo una serie de observaciones. Ahora apareció la aprobación de este informe ejecutivo y se está solicitando que presentemos las propuestas de análisis más en profundidad de cada uno de los materiales que se rescataron y en esa etapa estamos ahora…»
