Para acompañarlos en su gestión, la ley de municipalidades establece que los concejales pueden tener un asesor, que es contratado por el municipio generalmente a honorarios y cuyo sueldo bordea los 600 mil pesos. Entre sus funciones están asesorar a la autoridad, acompañarlos en terreno en sus funciones, además de atender público en algunos casos.
Junto con los nuevos concejales que asumieron sus cargos el pasado lunes, también lo hacen los asistentes de éstos, incluso algunos que partieron como asesores lograron llegar a abrirse camino y llegar ellos mismos al concejo comunal, como lo fue Pablo Galleguillos en Coquimbo, quien trabajaba con el otrora concejal Alejandro Campusano (DC).
Dentro de los nuevos concejales, Pamela Salomé Caimanque, en La Serena, comenta que ya tiene a su asistente, que es Javier Manríquez, «él estará a cargo cuando yo no esté en la oficina, pero a la vez el equipo de la campaña va a trabajar conmigo, son como 6 ó 7, pero no necesariamente tienen que estar contratados por la municipalidad», sostiene.
Explica que «un asistente estará contratado por la municipalidad y el resto son personas que han estado conmigo y hemos trabajado junto en otra clase de negocios, donde nos hemos colaborado mutuamente, y en mi caso ellos trabajan como voluntarios, pero trato que nadie gaste. A diferencia de los demás concejales, voy a hacer dos cosas muy diferentes, estaré atendiendo un día en cada delegación, que es uno de mis compromisos de campaña ante de asumir como concejala, las recorrí todas en La Pampa, La Antena, el sector rural, Las Compañías, y con los delegados concordamos en que el concejal debe estar en terreno», agrega.
En cuanto a las funciones, comenta que «va a estar conmigo siempre, me verá la agenda para que no se me crucen las actividades, me acompañará en los territorios, y en casos excepcionales que no pueda ir a la oficina».
Por su parte, la recién asumida concejala Rayen Pojomosky comenta que ya tiene un asesor, pero todavía no se ha formalizado y se hará recién este lunes, «ahí sabremos que dicen las funciones, pero nosotros desde esta concejalía hemos reconceptualizado esta función, porque primero no le decimos asesor o asistente, sino que entendemos que es más una compañera que es del área social. Por lo que vamos a estar recibiendo las problemáticas y trabajará conmigo a la par», agrega.
Daniela Molina, otro de los rostros nuevos que tiene el municipio, señala que también ya tiene definido a la asesora, se llama Andrea Colicheo, es relacionadora pública, «ella me acompañará como asesora».
Aclara que será su compañera, «no tengo una visión jerárquica de las jefaturas, por lo que ella me acompañará en todo lo referente a lo que tengamos que trabajar, no solamente como sacando fotos, sino que participando con su experiencia y muchas competencias que serán complementos al trabajo que vamos a hacer».
«Es un trabajo conjunto entre dos compañeras», enfatiza.
Uno de los concejales que salió reelecto, Camilo Araya, comenta que «no sé si se conservarán, entiendo que sí, y es un apoyo a la concejalía y su gestión».
«Todos los concejales pueden tener un asistente, y yo quiero dejar a la misma persona, que es la señora Alina Muñoz, que es adulto mayor, jubilada y educadora de párvulos, pues dentro de mis compromisos estaba potenciar el trabajo de los adultos mayores y le pedí a ella que me acompañe en la gestión municipal».
En cuanto a las funciones, señala que es acompañar a los concejales en la gestión administrativa, en la atención de casos y de público, «ella me apoya en todo los temas, es a tiempo completo con un sueldo de 500 mil pesos».