La investigación, que lleva 10 años de ejecución, cuenta con la participación del astrónomo de la Universidad de La Serena, Dr. José Luis Nilo.
Uno de los grandes problemas al intentar realizar mediciones del Universo, es que existe un lugar en el cielo que nunca se había podido medir: el universo detrás de la Vía Láctea. Debido a la gran cantidad de estrellas, gas y polvo que la componen, bloquea la observación de todo lo que existe detrás.
Astrónomos de la Universidad Nacional de Córdoba, Argentina, y de la Universidad de La Serena, realizaron el primer catálogo de galaxias de baja latitud, hallazgo que principalmente ayuda a completar el mapa de la estructura en gran escala del universo, el cual está incompleto, con 5.600 galaxias, detrás de la Vía Láctea, de las cuales no se tenía ningún registro previo.
El descubrimiento contó con la colaboración del astrónomo, académico e investigador de la Dirección de Investigación y Desarrollo de la Universidad de La Serena, Dr. José Luis Nilo, en donde más de cinco mil galaxias fueron descubiertas gracias a técnicas que combinaron instrumentación de última generación y técnicas de Data Science, trabajo que permitió observar a través de la Vía Láctea y encontrar objetos ubicadas por detrás de ella.
El astrónomo explica que “logramos encontrar objetos donde nunca antes nadie había podido observar. Encontramos alrededor de 5.600 galaxias. Ahora estamos trabajando en la segunda parte del experimento que lo podemos terminar en un par de años, donde estimamos que podemos encontrar unas 10 mil galaxias más”.
El Dr. Nilo enfatiza que el descubrimiento principalmente ayuda a completar el mapa de la estructura a gran escala del universo, el cual estaba incompleto y sin ello no se podía medir el universo con precisión, “estamos dando dos pasos principales, uno es ocupar herramientas de inteligencia artificial para enseñarles a las máquinas lo que nosotros aprendimos. Tenemos un par de simulaciones hechas y con un equipo conformado por estudiantes de Doctorado en Astronomía de la Universidad de La Serena y de Córdoba, estamos trabajamos para aplicar en el corto plazo algoritmos de Machine Learning, que nos ayuden a acelerar el proceso”.
Agrega que un siguiente paso sería utilizar instrumentos en donde solo se puede trabajar en Chile por los tipos de telescopios, el cielo que posee, y aplicar lo que se denomina Óptica adaptativa, “la atmósfera lo que hace es perturbar todo lo que se observa del universo. Para ello estamos postulando a tiempo de observación en telescopios como los que posee el Observatorio Gemini, que tiene una tecnología que permite corregir esta perturbación. Esta tecnología se denomina óptica adaptativa, y esperamos re observar las regiones ya estudiadas, porque creemos que con esta técnica, podemos ir más profundo en el universo de lo que estamos trabajando hasta ahora”.
La participación de astrónomos chilenos en este proyecto de impacto global, es gracias al financiamiento de la Oficina Sur de Investigación y Desarrollo Aeroespacial de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos (SOARD/AFOSR), y cuenta con el apoyo de la Vicerrectoría de Investigación y Postgrado de la Universidad de La Serena.
Los resultados fueron recientemente publicados en el Monthly Notices of the Royal Astronomical Society, una de las revistas de mayor impacto en el mundo de la Astronomía.