Lo destruyeron casi por completo el negocio de la plaza de la concha, en Coquimbo. Robos que en el último semestre se han multiplicado y que lastimosamente no tienen la reacción necesaria ni de Carabineros ni de los inspectores municipales. Los dirigentes se reunieron hace unos días, y esa mesa de trabajo para subsanar esta crisis no solo es urgente, sino que a esta altura pareciera una obligación.
Hombres y mujeres buscan ayuda, porque es demasiado, y es solamente en los kioscos del centro. Entonces por muchas cabezas pasa la imagen de que estos ataques parecieran personales, se ensañan, incluso rompiendo, haciendo daño. A Doris la dejaron en el piso, no solo por el daño económico, sino que en lo moral, al ver todas sus cosas en el suelo.
Las policías tienen en sus manos los videos de cómo cometen el delito
«Es pura maldad y es en ese kiosco, Los demás tuvieron que reforzar la seguridad, ese es dinero con el que no se cuenta ahora, por la situación, hay que remarcar que en los kioscos no se deja nada, es solo por hacer daño a nuestra fuente de trabajo».
Le terminaron de quebrar todos los vidrios del kiosco, nadie puede trabajar así. Hay avances con pasos de hormiga. La solución debe ser de raíz.
Cabe recordar que los suplementeros ganaron con Sercotec unas cámaras de seguridad, sin embargo, «las joyitas están sin funcionar, porque los delincuentes cortaron los cables. En este momento estamos esperando que la municipalidad nos active las cámaras del centro, ya que gentilmente la Cámara de Comercio solicitó las claves para ellos monitorear los robos en las madrugadas y avisar a Carabineros. Ya le entregamos las claves a la municipalidad, estamos esperando que ellos las activen para que vuelvan a funcionar», señalaron.
