Tania Quinzacara es egresada del Liceo Carlos Roberto Mondaca, de Vicuña, y afirma que el PACE «fue una experiencia agradable. Nos dio la oportunidad de ampliarnos como personas. Darnos la confianza y la oportunidad de seguir estudiando, porque como somos de liceos públicos hasta ahí no más llegamos. Nos apoyó demasiado, en cosas que nunca pensamos que íbamos a lograr», y agrega que descubrió su vocación y se matriculó en Pedagogía en Educación Diferencial en la Universidad de La Serena.
Tania junto a cerca de treinta jóvenes de la segunda generación del Programa de Acompañamiento y Acceso Efectivo a la Educación Superior (PACE) del Ministerio de Educación; de establecimientos de la educación pública, de Coquimbo, Andacollo, Vicuña, La Serena y Paihuano; compartieron su experiencia de ingresar gracias a su talento y esfuerzo a la educación superior con el gobernador de Elqui (s) Oscar Pereira, el Seremi de Gobierno, Bernardo Salinas, el Seremi de Educación, Pedro Esparza y autoridades de educación.
El PACE es la tercera medida del gobierno de la Presidenta Bachelet, que garantiza el ingreso a la educación superior a jóvenes con talento, de buen rendimiento académico de colegios vulnerables, sin importar su puntaje en la PSU, mediante acompañamiento en 3º y 4º año medio, con cupos garantizados en 29 instituciones de educación superior, en convenio y acompañándolos durante el primer año en la carrera que elijan, para evitar su deserción.
El Seremi de Educación Pedro Esparza subraya que «este programa entrega oportunidades efectivas a jóvenes vulnerables. Los resultados de la PSU están condicionados por el nivel socioeconómico. Hay un segmento de jóvenes inteligentes, con capacidades y resiliencia, que por no obtener buenos resultados en la PSU, quedan fuera de acceder a la educación superior El acierto del PACE es que estos jóvenes, tomando fundamentalmente, que estén dentro del 15% de mejor rendimiento en su establecimiento, acceden a la educación superior».
El Seremi de Gobierno Bernardo Salinas afirma que «la Presidenta puso el foco en aquellos colegios públicos con estudiantes que tienen cierta vulnerabilidad, en el acompañamiento no solamente de los contenidos, sino como desarrollar sus atributos, capacidades y talentos, y desenvolverse en la sociedad, y la importancia de cumplir sus metas».
«El PACE ayuda en habilidades a alumnos provenientes de hogares de nivel socioeconómico bajo. Entrega experiencias, vienen a las universidades, comparten con otros alumnos y profesionales. Les abre posibilidades y que sus expectativas sean mayores. Y emocionalmente les da mayor seguridad para enfrentar la PSU y la Universidad», asegura María Lorena Araya, directora del Liceo Pedro Regalado Videla de Andacollo.
Como lo fue para la joven Karla Castillo, egresada de contabilidad del Instituto Superior de Comercio de Coquimbo, quien se matriculó en Ingeniería en Información y Control de Gestión en la Universidad Católica del Norte, dice «que nos ayudaron a controlar las emociones, fue un apoyo super importante para entrar a la educación superior, y nos van a acompañar en lo que necesitemos. Me preparé para la PSU, me fue bien, pero preferí entrar por PACE, porque me da más garantías y oportunidades».
También lo fue para Nicolás Blanco, egresado de electrónica del Liceo Pedro Regalado Videla de Andacollo, que estudiará Licenciatura en Música en la Universidad de La Serena, y señala que «se me abrieron las puertas con el PACE para ingresar a la educación superior. Antes mi objetivo era trabajar para ayudar a mi familia. Para la PSU no estaba preparado, pero tuve una beca en un preuniversitario intensivo, y con el acompañamiento del PACE me di cuenta de lo que realmente quería estudiar».