Hace un par de días, funcionarios del hospital de Illapel se pusieron en contacto con madres que recientemente habían vacunado a sus bebés contra la tuberculosis para hacerles ver una sospecha respecto de vacunas suministradas a sus hijos que estarían próximas a vencer.
Centrodenoticias.cl explica que la primera denuncia en este sentido fue realizada por la madre de uno de los bebes afectados, la que anónimamente explicó que la llamaron del hospital argumentando que acudiese a control de niño sano. «Me pareció raro porque no era la fecha que le correspondía» relató la mujer.
En el lugar, el médico le informó que su hija había sido inoculada con vacunas que «estaban por vencer», especificando que para ello faltaba al menos un mes. El profesional además señaló que la lactante debía estar al menos tres meses en observación.
Esta situación, molestó a la madre, quien puso en alerta a otras madres que en la misma fecha habían inmunizado a sus hijos, a la vez que pedía explicaciones por la situación a que estaban exponiendo a sus hijos.
Desde el Hospital de Illapel precisaron que solo se trataba de tres casos acotados.
EL SEREMI DA VERSIÓN OFICIAL
Consultado el seremi de Salud, Dr. Osvaldo Iribarren, explicó que «el mes antepasado, en la vigilancia epidemiológica que la Seremi, identificamos que hay niños, que se vacunan de recién nacidos contra la tuberculosis, y había un par de niños que habían sido vacunados con una vacuna cuyo tiempo de efectividad había caducado».
La misma autoridad confirmó que hubo un par de casos en La Serena, un par de casos en la Clínica Elqui y tres casos en Illapel.
«Así es que hay una situación de responsabilidad funcionaria por lo tanto eso amerita un sumario sanitario para investigar exactamente qué pasó, porque una situación de esas, simplemente, no puede ocurrir (…) da lo mismo que vengan con trece meses de periodo de vigencia o vengan con un día de periodo de vigencia, porque hay un protocolo de vacunación que incluye que se debe confirmar la situación de vigencia de las vacunas, ese es un protocolo que se usa para todos los programas de vacunación», indicó Iribarren.
Si bien el único riesgo que se puede producir en este caso, es que no hay inmunización alguna contra esta enfermedad –erradicada en muchos países por lo cual no existe vacunación-, los menores están bajo observación, aseguró el seremi para revisar cómo evolucionan.
«No es una situación nueva que no haya ocurrido nunca en el mundo, todos los niños que se vacunan con la VSG hacen una inflamación después ahí en el sitio de la vacuna y una inflamación en los ganglios de la axila, por lo tanto esa es la respuesta natural y normal del organismo (…) estos niños se tienen que observar, y si eso ocurre significa que hubo una respuesta inmune positiva y el asunto queda zanjado. Si eso no ocurre, los niños se tienen que revacunar, por lo tanto, los niños están bajo vigilancia del sistema epidemiológico de la Secretaría Ministerial de Salud», afirmó el seremi.