Tras reunión con el director nacional de la institución, se acordaron mejoras laborales para los trabajadores de Huachalalume.
Desde hace un par de semanas que los trabajadores de Gendarmería vienen denunciando precarias condiciones laborales, fundamentalmente por la falta de contingente debido a que existen muchos integrantes de la institución acogidos a licencia médica por estrés.
Pero este problema no es nuevo. Desde hace años que los funcionarios de Gendarmería vienen haciendo saber su molestia por situaciones que a lo largo del tiempo han denunciado, pero que no han tenido solución.
Es así como una vez más, el presidente de Anfup (Asociación Nacional De Funcionarios de Unidades Penitenciarias), Jokan Garrido, había expresado su molestia, esta vez por lo que está ocurriendo en el penal de Huachalalume, el que podría llegar pronto a su máxima capacidad y no contaría con la cantidad suficiente de gendarmes para controlar a los reclusos, teniendo que organizarse de manera inhumana. Incluso, dice Garrido, con trabajadores que no han tenido descanso en 100 días, mientras que el resto, si bien tendría menos carga, igualmente estaría sometido a una extenuante régimen laboral.
Salud mental
Todas estas situaciones habrían dado origen a problemas de carácter mental por parte de los funcionarios, por lo mismo, la gran cantidad de licencias médicas existentes. En Huachalalume, en total son 70 los trabajadores que actualmente se encuentran en sus casas por prescripción de un doctor debido a problemas, en su mayoría asociados a la salud mental.
«Aquí ese es un gran problema, porque es la misma carga laboral la que termina enfermando a los funcionarios, y nosotros no tenemos un psiquiatra asignado, no hay una política clara de salud mental asociada a la institución. Tenemos un psicólogo, pero en términos más específicos, cada uno debe costearse un médico si presenta estrés, depresión o ese tipo de patologías que se asocian a nuestra labor, donde se trabaja directamente con el peligro», afirmó en su momento Jokan Garrido.
Reuniones y soluciones
Pero esta vez, dice Garrido, las autoridades por fin los estarían escuchando, es así como tras una reunión con la dirección general de la institución y la subsecretaría de justicia, les prometieron que durante marzo iban a tener un nuevo contingente con el que paliar el faltante a la fecha. El número de trabajadores carcelarios sería evidentemente mayor al que llegó hace poco, el cual no logró subsanar los problemas que existían al interior del penal.
«Tuvimos la respuesta que esperábamos, o al menos mucho mejor que lo que teníamos hasta ahora. Lo que resta saber es si se cumple, porque para nosotros es muy importante tener mayor cantidad de personal», expresa Garrido.
En la reunión también se trató el tema de las licencias médicas y se acordó ir revisándolas y prestando colaboración a quienes están sin trabajar por el estrés carcelario.
«Eso me parece súper importante porque se le podrá énfasis a la salud mental», culmina Jokan Garrido, agregando que también, a partir de ahora se realizarán más actividades al interior de la cárcel para que los gendarmes puedan recrearse y soslayar los duros y extensos días de trabajo.
