Ante la crítica situación regional, son diversas las iniciativas que se han planteado para hacerle frente, como contar con plantas desaladoras y pozos profundos. Sin embargo, este plan piloto, que se trabaja con éxito en México, es una opción rápida, eficaz y eficiente al problema…
Para mitigar la sequía, además de las desaladoras y los pozos profundos, se trabaja hace algún tiempo, como plan piloto para este invierno, en la estimulación de lluvias.
En mayo del año pasado, la idea fue presentada a la Junta de Vigilancia Río Elqui, quienes acogieron la propuesta y aprobaron en enero pasado financiar el piloto de dicho proyecto, e incluso viajaron en marzo pasado a México para conocer de primera fuente la iniciativa, que lleva tres años consecutivos de aplicación y con buenos resultados.
Para su concreción, justamente se esperaba la llegada de un avión desde México, lo que finalmente se desestimó, y ahora se hará con una aeronave de una empresa nacional, una King Air B100, presurizado y bimotor, con una alta capacidad de vuelo, explica Carlos Ruiz, director de asuntos internos internacionales de Corpan (Corporación para el Desarrollo y la Integración Paso Agua Negra).
Lo que se logró hace poco fue el petam, proyecto de alteración mayor, que en el fondo significa que un avión que se usa para pasajeros se altera y se le introducen equipos para estimular nubes.
Ese trámite se hizo por parte de la DGAC (Dirección General de Aeronáutica Civil) el 2 de julio «y lo único que estamos esperando es que salgan desde México los equipos y el reactivo, que trae cerca de mil litros y con la posibilidad de salir diez veces en vuelo de estimulación», cuenta.
Aumentar capacidad
Lo fundamental en esta historia, es que el equipo y el reactivo llegarán, y como son encomiendas de exportación, deben pasar por Aduana, trámite que demora entre 24 y 48 horas.
«Una vez acá, los equipos se instalan en el aeródromo de Tobalaba en Santiago, y en los hangares y talleres autorizados por la DGAC se realiza la instalación de los equipos que están aprobados por la petam, y recién ahí el avión vendría a La Serena a esperar las condiciones propicias, que son los sistemas frontales que tengamos en las siguientes semanas…».
Reconoce que si las cosas se dan rápido, «quizás podamos estar esta semana», de lo contrario a contar de la próxima. Sin embargo, «esto no es magia y no se crean nubes, sino que debemos esperar el sistema frontal, aunque por suerte este año ha sido anómalo, porque está ocurriendo todo lo que no pasó antes…».
Lo que permite este sistema es aumentar la capacidad de precipitación respecto de lo pronosticado, y en eso, «los mexicanos han logrado rendimientos interesantes del 23 al 64% sobre lo pronosticado».
De esta manera, toda la cantidad de agua que caiga de más en toda la extensión del frente, «significa millones y millones de metros cúbicos que son vitales para, por ejemplo, nuestros embalses, que están muy bajos. Todo esto ayuda a que se pueda mitigar de manera inmediata y no como proyecto de mediano y largo plazo como las desaladoras y otros».
La escasez hídrica no ha cesado y si bien el agua que ha caído desde abril ha dado alivio a los crianceros, sin duda los más afectados, «no hemos salido de la crisis y por eso debemos seguir bregando para que esto se pueda recuperar».