Estuvo en La Serena acompañando la campaña de Rayen Pojomosvky para las primarias a la alcaldía, pero también para reforzar la candidatura y apuesta a la gobernación por Javier Vega.
En junio se realizarán las primarias donde los electores podrán seleccionar a quiénes competirán por las alcaldías o gobiernos regionales. Por eso, en el PC hoy dicen estar en una interesante participación y disputa a nivel país.
En La Serena con Rayen Pojomosvky y en Santiago con la actual alcaldesa Irací Hassler, «ya que le damos el mismo nivel de relevancia a lo que se está haciendo en todas las comunas del país. Por eso decidimos hacer esta acción concreta de traslado a la región para acompañar a Rayen, y junto con ello reforzar nuestra candidatura y apuesta a la gobernación por Javier Vega», reconoce Bárbara Figueroa, secretaria general del Partido Comunista.
Explica la ex embajadora en Argentina que las metas son «consolidar lo que hoy tenemos y seguir avanzando en proyectos transformadores».
En el caso de las primarias, agrega que existe «una alta expectativa en La Serena gracias al trabajo que han realizado en la región Daniel Núñez y Nathalie Castillo. Creemos que hay muy buenas condiciones y dado esa representación que tiene la región en el Parlamento, poder tener un gobierno comunal que, en sintonía con este trabajo, pueda dar garantía de gobernabilidad, porque hacer proyectos transformadores también requiere alcaldes comprometidos con dichas transformaciones».
Ahora son dos nomás los parlamentarios…
Somos muy respetuosos y nadie puede estar obligado a estar en un proyecto cuando ya no se siente acogido y representado por esa posición. Carolina (Tello) está en un proyecto que sigue siendo progresista, que sigue siendo del mundo de izquierda y le deseamos el mayor de los éxitos. Lo que sí esperamos es que nunca se deje de reconocer y se desconozca el hecho de que su representación ha estado y se permite producto de su participación en la lista con el Partido Comunista.
¿Existe una crisis de confianza institucional?
Hay una suerte de fractura entre la sociedad y la institucionalidad política, una mirada de sospecha, y que ha contribuido cuando vemos casos de corrupción y que efectivamente se ha ido acrecentando con los años. Entonces parte del desafío mayor es precisamente hacernos cargo, los partidos y militantes, de cómo subsanar la fractura social y la crisis que se ha evidenciado.
¿Están conformes como partido en cómo se ha ido desarrollando el gobierno?
Nosotros hemos sido críticos en algunos aspectos y lo hemos expresado de manera muy fraterna en los espacios de debate con el gobierno, pero también de manera pública. Sin embargo, somos muy leales al proyecto. Sí creemos que efectivamente ha existido una obstrucción de los sectores de derecha para que no se avance en materias del programa y eso no lo podemos desconocer. Eso significa no hacernos cargo de que también podríamos hacerlo mejor, sin duda. Por ejemplo, tenemos que lograr que haya cosas cotidianas, muy concretas y que la gente sienta que son una voluntad del gobierno.
¿Existe un riesgo respecto del populismo de algunos?
Sin duda, igual que un anticomunismo y no tenemos miedo en señalarlo. Y no lo decimos desde el sentido de victimizarnos, sino para explicitar el debate. Y claro, hay gran riesgo de populismo cuando el debate de la política se transforma en un debate de forma y no vamos al debate de la contingencia.
¿Qué balance hace de su gestión como embajadora?
Desde mi rol de ex dirigenta sindical, siendo contraparte de los gobiernos, fue importante conocer la experiencia de ser una funcionaria pública y poder vivir este dialogo fuera de las fronteras. Es una embajada que tiene un nivel de dinamismo y actividad bien intenso, por cuanto me tocó conocer provincias, los pasos fronterizos y tuvimos que mirar y atender la demanda que ocurre con Agua Negra. Uno ahí se entera de una relación y vínculo que no tiene que ver con la gran política, sino que con el contacto cotidiano.
