La presidenta nacional de la CUT, Bárbara Figueroa, señaló que todas las organizaciones de la mesa estuvieron de acuerdo a realizar este paro ya que «debido a la falta de negociación y diálogo con el gobierno hemos acordado la necesidad de una movilización por 48 horas», con lo que se sumarán a la movilización que ha convocado la Asemuch como una manera de respaldar sus demandas, todo esto en el marco en las negociaciones del sector público.
Figueroa sentenció que «este fue un acuerdo asumido por las 14 organizaciones de la mesa porque entendemos que el camino de la movilización es paralelo al del debate que asumimos con el Gobierno». Agregó que el movimiento sindical sigue argumentando que esta «fue un problema gratuito para el gobierno» y que todo este problema se transformó para el gobierno en «un gallito innecesario el tema de las elecciones», es decir aclaró Figueroa, «el que nosotros solicitásemos con tanta antelación empezar las negociaciones para, precisamente, no verla enturbiada con las elecciones finalmente terminó siendo para el Gobierno casi una amenaza».
La dirigente sindical acotó que a pesar de este llamado a movilización por 48 horas y que se extenderá por hoy y mañana jueves esperan como mesa del sector público que el Gobierno cumpla con las fechas establecidas para las negociaciones, «el Gobierno fue el que hoy (ayer) suspendió la reunión de la mesa y nosotros esperamos que el jueves se reanuden las conversaciones y lo vamos a hacer movilizados. El Gobierno no nos puede imponer que bajes la movilización y asistiremos a Hacienda paralizados a cumplir con nuestro compromiso».
Ante las críticas que han emanado desde el Ejecutivo respecto a las acusaciones de un uso político de las negociaciones, Figueroa aseveró que «si nosotros quisiéramos politizar este debate hubiesen entregado el petitorio hace una semana y estaríamos exigiendo las cosas con muchas más presión». Comentó que la mesa entregó el petitorio la segunda quincena de septiembre, pero que «lamentablemente eso el Gobierno no lo valora y lo único que busca en el fondo es endosarle a otros el resultado evidente de las elecciones del 17 de noviembre y en este contexto quieren responsabilizar a los trabajadores».