Indagatoria establecería que la empresa ovallina de transportes trabaja directamente con el Tren de Aragua en el traslado de migrantes al interior del país, siendo esta organización criminal su principal proveedor de pasajeros, dando de esta forma continuidad a la cadena de tráfico de migrantes que esta célula realiza.
En el operativo -que se realizó en Iquique, Coquimbo y Santiago- se detuvo a nueve personas vinculadas directamente a la organización criminal: siete de nacionalidad venezolanas pertenecientes a la célula del Tren de Aragua, entre ellas quien ejercía como jefe, apodado «Yefri»; y dos personas chilenas, correspondientes al dueño de la empresa de buses Covalle y un colaborador.
En el centro de mando de la PDI, la Fiscal Regional y las autoridades supervisaron el procedimiento.
Un nuevo golpe a la organización criminal transnacional Tren de Aragua, instalada en Chile, dio el Sistema de Análisis Criminal y Focos Investigativos (Sacfi) de la Fiscalía de Tarapacá, junto a la Policía de Investigaciones de Chile, tras detener esta mañana a miembros de una célula de esta agrupación que se encargaba del tráfico de migrantes y que estaba asociado a una empresa chilena de buses.
La Fiscal Regional, Trinidad Steinert, explicó que, tras la desarticulación de las primeras células del Tren de Aragua los años 2022 y 2023, la Fiscalía siguió investigando a esta organización junto a la policía, determinando que mantenía sus negocios criminales con otras personas a cargo.
«La investigación realizada demostró que el Tren de Aragua ha seguido controlando el tráfico de migrantes en la región, logrando inclusive el control de terminales de buses formales e informales, monopolizando los precios de los pasajes, exigiendo ´vacunas´ a quienes trabajan en el sector y asociándose a una empresa de buses chilena para trasladar a los migrantes a la zona central», detalló la fiscal.
La persecutora indicó que el Tren de Aragua llevó el negocio del tráfico de migrantes casi a un nivel empresarial, generando una gran cadena de servicios para concretar el ingreso de personas extranjeras al país por pasos no habilitados, a cambio de sumas de dineros que financian a la organización y sus miembros. Es así como cuentan con sujetos denominados «asesores», que captan a los migrantes en los países originales -Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia, principalmente-, simulando ser una agencia, quienes coordinan el viaje y exigen el pago del mismo, ya sea en efectivo, por transferencia o depósitos a distintas cuentas.
«Quiero destacar que con esta investigación, parando el tráfico de migrantes acá en la región, evitamos que en el resto del país se sigan cometiendo estos ilícitos y otros muy graves que hemos conocido. Por eso es relevante la persecución penal en la región de Tarapacá, y se debe fortalecer al Ministerio Público, las policías y los organizamos colaboradores», enfatizó la fiscal.
La investigación realizada junto a la Brigada de Trata de Personas, identificó además que la organización usa «coyotes», que son personas que se encargan de cruzar a los migrantes por pasos no habilitados de la frontera en Colchane, para que luego bajen a Iquique en los minibuses emplazados en el sector, usando diversas rutas para evitar controles policiales. Ya en la ciudad, el Tren de Aragua dispone de los «jaladores», que son los encargados de llevar a los migrantes hasta distintas residenciales, donde deben esperar para realizar el viaje a Santiago.
«Nuestra investigación determinó que la empresa de buses Covalle, que es chilena, trabaja directamente con el Tren de Aragua en el traslado de migrantes al interior del país, siendo esta organización criminal su principal proveedor de pasajeros, dando de esta forma continuidad a la cadena de tráfico de migrantes que esta célula realiza», detalló la fiscal.
En el operativo -que se realizó en Iquique, Coquimbo y Santiago, se detuvieron nueve personas vinculadas directamente a la organización criminal: siete de nacionalidad venezolanas pertenecientes a la célula del Tren de Aragua, entre ellas quien ejercía como jefe, apodado «Yefri»; y dos personas chilenas, correspondientes al dueño de la empresa de buses Covalle y un colaborador.
También se incautaron cuatro buses de la empresa, cuatro vehículos, droga y más de 15 millones de pesos en efectivo.