La «Operación Retorno», que se desarrolló por más de un año, terminó con cuatro sujetos tras las rejas, todos con antecedentes penales previos, quienes participaron en una serie de atracos y quitadas de droga equipados con armas de fuego. Fueron formalizados, quedando en prisión preventiva por robo con intimidación, robo en lugar no habitado, tráfico de drogas y tenencia de armas de fuego, arriesgan al menos cinco años por cada delito.
Detectives de la Brigada de Investigación Criminal de Ovalle de la PDI llevaron a cabo la «Operación Retorno», que surge tras un trabajo en conjunto con el Sistema de Análisis Criminal y Focos Investigativos del Ministerio Público.
Este procedimiento permitió desarticular a una peligrosa banda de «falsos PDI», que según se estableció en la investigación, están involucrados en una serie de robos que afectaron a empresas del comercio establecido en Ovalle y La Serena.
El procedimiento se planificó con la autorización judicial de entrada y registro en 7 domicilios de la comuna de Ovalle, logrando la detención de 4 integrantes imputados por robo con intimidación y robo en lugar no habitado, delitos que fueron cometidos desde agosto del año pasado a la fecha.
Al respecto, el prefecto inspector Ricardo Gatica, jefe de la Región Policial de Coquimbo de la PDI, comenta que «es una investigación compleja y de largo aliento que dio cuenta de la articulación de una organización criminal que se dedicaba a cometer robos en las ciudades de La Serena y Ovalle».
«Comienza con un delito, y a partir de un trabajo investigativo complejo de análisis criminal e inteligencia policial, se logra identificar a los autores y además la participación de ellos en otros delitos que afectan a toda la región», añade.
Por su parte, el subprefecto Javier Rodríguez, jefe de la Bicrim Ovalle, del procedimiento detalla que, «la investigación comenzó hace más de un año, se denominó Operación Retorno por cuanto los sujetos involucrados regresaban a lugares no habitados y desactivaban las alarmas de los sitios, permanecían dentro unas horas, luego salían, y en la madrugada volvían para sustraer lo que más requerían».
El oficial policial comenta que eso llamaba mucho la atención, porque generalmente no se vuelve al sitio del suceso como una norma de la criminalística, «por lo demás tenían tres tipos de modus operandi, como delito en lugar no habitado, y otros muy violentos, como el que afectó al servicentro Copec, en donde intimidaron a la recaudadora de dineros con armas de fuego y se dieron a la fuga».
«A raíz de ese hecho se comenzó a trabajar con el análisis criminal y mucho trabajo de inteligencia, y logramos recopilar una gran cantidad de información que se trabajó con la Fiscalía de Foco, en donde se logró solicitar las medidas intrusivas correspondientes para poder lograr la incautación de una cantidad notable de armas de fuego, que dan cuenta de cómo eran de violentos estos sujetos», agrega.
La otra forma de operar era mediante la quitada de drogas, «se internaban en las quebradas de la provincia del Limarí para sustraer una gran cantidad de matas de Cannabis y con eso continuar su actuar delictivo.
La operación terminó con cuatro personas detenidas, 3 durante el sábado y uno el viernes, todos de Ovalle, sin vínculos familiares, y que se habrían conocido mediante el actuar delictual y junto con las armas, los vehículos y el uniforme, la policía también logró incautar más de 11 kilos de marihuana, avaluada en más de $ 800 millones de pesos.
En ese sentido, el fiscal de Focos de Ovalle, Jaime Rojas, relata que los cuatro detenidos fueron formalizados en el Juzgado de Garantía de Ovalle, quedaron sujetos a la medida cautelar de prisión preventiva durante un plazo de investigación de 80 días, debido a la gravedad de los delitos que fueron formalizados, que incluyen robo con intimidación, robo en lugar no habitado, tráfico de drogas y tenencia de armas de fuego.
«Las penas son superiores a los 5 años de presidio efectivo por cada uno de los delitos», señala.
En cuanto al análisis, sostiene que «en este caso, a diferencia de otras denuncias similares, no contamos con testigos presenciales que pudieran haber reconocido a algunos de los imputados en los hechos, y desde ese punto de vista el análisis criminal, como el tráfico de llamado, escuchas telefónicas y análisis de grabación de cámaras de seguridad, resultó fundamental para poder establecer la participación de los imputados».