Fue en 2013 cuando autoridades regionales de esa época anunciaron que
el equipo entraría en operaciones a más tardar a fines
de ese año, junto a una unidad de baromedicina, lo que no sucedió.
La puesta en marcha de la cámara fue postergándose por distintas razones, como la reasignación de fondos estatales para superar los problemas generados en la infraestructura del hospital a raíz del terremoto y tsunami de 2015, hasta que en 2017 el Servicio de Salud informó que la cámara que arribó en 2012 llegó con desperfectos, lo que hacía imposible que pudiera ser usada.
Incluso hubo sumarios para poder aclarar presuntas responsabilidades, y además en septiembre de 2017 fue conocido un informe de la Contraloría en respuesta al entonces diputado Miguel Ángel Alvarado, que buscó transparentar el motivo por el que no fue posible habilitar el equipo. Se le respondió que la cámara del 2012 era inservible, por lo que debía ser dada de baja.
Ahora, la esperada cámara hiperbárica está punto de escribir una nueva historia, así lo manifestó el director del Servicio de Salud Coquimbo, Claudio Arriagada, quien en entrevista con LA REGIÓN señaló que «nosotros como Servicio estamos terminando la obra que está en el Hospital de Coquimbo, y esperamos que dentro de diciembre esté lista».
«La cámara hiperbárica debería llegar entre el 15 y 20 de enero, después empieza un proceso de puesta en marcha, en el cual, en una alianza que tenemos con el Hospital Naval y con la Universidad Católica del Norte, vamos a capacitar al personal clínico que va a trabajar en esta unidad, y esperamos que la puesta en marcha, en servicio, sea dentro del mes de marzo del año 2020», agregó.
Arriagada enfatizó en que «este es un proyecto muy esperado por la comunidad».
La cámara fue mandada a fabricar a Brasil, «porque no había en otros países cercanos ni en Chile una empresa que nos asegurara la certificación y calidad para el funcionamiento de los equipos», aclaró el director.
«Además, nosotros como campaña preventiva hemos estado trabajando con las distintas caletas de pescadores por medio de nuestro departamento de emergencia y desastres, que es el Samu, entregando kits de primeros auxilios para que los pacientes que lamentablemente sufran algún accidente por descompresión inadecuada puedan tener la primera respuesta y que su traslado al Hospital Naval tenga las menores consecuencias posibles», sostuvo.
La cámara de descompresión y las dependencias que la albergarán tiene un presupuesto cercano a los $ 650 millones, que aportará el Estado.
La creación de la Unidad de Medicina Hiperbárica es un largo anhelo de los buzos mariscadores y de la comunidad regional, considerando que entre 2014 y 2017 las autoridades de salud locales consignaron a nivel regional más de 70 casos de descompresión inadecuada de buzos de caletas pesqueras artesanales. Además, durante el año pasado, al menos seis buzos de la región fueron derivados para ser tratados en la cámara del hospital Naval de Viña del Mar al presentar problemas por descompresión, casos a los que pasó a sumarse la muerte del buzo de Guayacán Juan Carlos Escobar, que a mediados de octubre, cuando iba en ambulancia hacia el hospital de la región de Valparaíso para ser tratado en su cámara, falleció en el trayecto.
La cámara hiperbárica sirve para otras enfermedades aparte de la descompresión inadecuada
La oxigenoterapia hiperbárica, nombre del tratamiento, consiste en respirar oxígeno puro en una sala presurizada o un tubo presurizado, y otras afecciones tratadas son infecciones graves, burbujas de aire en los vasos sanguíneos y heridas que no se cicatrizan como consecuencia de la diabetes o de lesiones por radiación.
En una cámara de oxigenoterapia hiperbárica, la presión de aire se eleva hasta tres veces más que la presión de aire normal. En estas condiciones los pulmones pueden respirar más oxígeno de lo que sería posible respirando oxígeno puro a una presión de aire normal.
La sangre transporta este oxígeno a todo el cuerpo. Esto ayuda a combatir las bacterias y a estimular la liberación de sustancias llamadas «factores de crecimiento» y células madre, que favorecen la cicatrización.
Otras enfermedades tratadas en la cámara hiperbárica son la anemia grave, absceso cerebral, quemaduras, intoxicación con monóxido de carbono, gangrena, lesiones por radiación, entre otras.