Carlos Fuster, Afusam La Serena: «Si no cumplen, se dará pie a que se vuelvan a dar paralizaciones así de largas»

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El acuerdo alcanzado tras transparentar la deuda, dar fechas para los compromisos e incluso desvincular a algunos funcionarios, dependerá del monitoreo mensual de avances hasta abril.

El paro de la salud primaria en La Serena, que duró 84 días, ha tenido diferentes etapas, desde el destape de una olla a presión que venía amenazando con estallar hace años, inclusión de nuevos actores, cambios de administración y problemas de confianza.
Para hacer un repaso a toda la problemática, el acuerdo que logró deponer el paro y las responsabilidades del mismo, el presidente de la Asociación de Funcionarios de Salud Municipal (Afusam) La Serena, Carlos Fuster, conversó con La Región.

Soluciones parche que no dieron más

El eje central del conflicto se relaciona directamente con presupuestos, concretamente un mal manejo del mismo, el que se tradujo en diversas deudas por parte de la Corporación Municipal Gabriel González Videla, tanto con sus trabajadores, especialmente del ámbito educativo y de salud.
En este sentido, desde Afusam han sido años de lucha antes del paro de casi 3 meses que comenzó el 27 de septiembre de este año.
«Hubo conversaciones, movilizaciones previas y soluciones que dieron para uno o dos meses, pero luego volvían a la irregularidad con los pagos, los insumos, infraestructura y equipos. Se volvió repetitivo y, tras mucho tiempo, reventó, porque los funcionarios no aguantaron más», explica Fuster.
Deudas previsionales a funcionarios y con empresas y organismos encargados de los insumos, destacando ópticas (lentes), audífonos y medicamentos por parte de Cenabast, así como la falta de mantención de equipamiento, como las salas de esterilización y precariedad en cuanto a insumos médicos, fueron algunas de las banderas de lucha.
«La falta de suministros e insumos no permitía una correcta atención, y eso se tradujo muchas veces en reclamos e incluso agresiones de los usuarios a funcionarios».
La situación se agravaba cada vez más, con revelaciones de montos de deuda que poco a poco daban señales de lo difícil que sería encontrar una pronta solución.

Agotando las instancias

La tónica durante toda la movilización, fue la desconfianza de los funcionarios hacia la corporación, gestada por las soluciones parche poco efectivas y potenciada por la suerte de secretismo que mantenía la administración que tenía en ese entonces la institución municipal.
En las primeras conversaciones con la antigua administración, no tuvieron mayor avance, menos con una de las fallas más importantes que tuvieron, según Fuster, «guardar la información sobre los montos de deuda y no entregarla nunca», mientras que el incumplimiento de fechas en preacuerdos potenció el trabajo de buscar apoyo por parte de los dirigentes.
«Buscamos a otros actores que influyeran, pasamos por el concejo municipal, el servicio de salud, el seremi, estuvimos con el delegado presidencial, creamos instancias al ir a Santiago a hablar con el equipo de relaciones laborales del Ministerio de Salud en su momento, también con diputados, agotamos todas las instancias para llegar a una solución».
A su vez, menciona conversaciones con la alcaldesa Norambuena antes y después de asumir su cargo, quien, al igual que dirigentes nacionales de Confusam y el directorio del Servicio de Salud, visitó los diferentes centros de la comuna.

Claves para deponer el paro

Después de mucho trabajo, y con el cambio de administración en la corporación, se presentó una luz para una posible solución. Con compromisos avalados por una mayor transparencia de parte de los nuevos actores de negociación.
Fuster asegura que los gremios Afusam, Confusam y Ameds, fueron parte de las últimas mesas de trabajo con el nuevo secretario general y director del departamento de salud de la corporación, para destrabar el paro.
Los puntos decisivos que comenta, fueron la transparencia respecto a las deudas, que les permite «saber más o menos con qué estábamos lidiando», y la determinación de compromisos con fechas efectivas; las que aseguran no bastan si no se cumplen.
«Se acordó con el secretario general que mensualmente íbamos a ir revisando estas situaciones, viendo los avances en la recuperación de la atención primaria. De lo contrario, dará pie a que se vuelvan a dar movilizaciones tan largas como la que se dio en la comuna».

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