Apenas con siete años, había vivido en un hogar del Sename, donde fue separado de su único hermano. Finalmente habría muerto por los golpes de su madrastra.
Emotiva despedida del pequeño, presuntamente asesinado a golpes por su madre adoptiva en la comuna de Punitaqui. Funerales reservados para la familia y una serie de manifestaciones por parte de la comunidad educativa donde asistía Marco Antonio. Aquí, el triste desenlace del mayor de dos hermanos, quienes fueron separados gran parte de su infancia en diferentes hogares del Sename en la región de Valparaíso y que se reencontraron recién en el 2019 para vivir juntos en la Tierra de los Molinos.
Este viernes será la audiencia de formalización, tras la petición del Ministerio Público, quien solicitó ampliar la medida debido a una serie de diligencias pendientes, sobre todo relacionadas a la autopsia del Servicio Médico Legal y a investigaciones de la PDI.
EL DÍA DESPUÉS
Durante toda la jornada del jueves hubo homenajes para el pequeño Marco Antonio Campusano. El sector de Canchas de Higuerita fue escenario de una misa de despedida. El colegio donde estudiaba la víctima, ubicado en calle Caupolicán, se llenó de globos blancos y celestes en honor a un niño risueño, buen estudiante y respetuoso, que cursaba el Segundo «A» con tan sólo 7 años.
A eso de las 16:00 se realizó el funeral en su casa, en la intimidad del hogar de la abuela paterna, quién quedó a cargo de la protección del hermano de 5 años. A esa misma hora, apoderados y vecinos llegaban en masa al establecimiento educacional. Mujeres y hombres que eran padres del mismo curso del fallecido aún estaban horrorizados con la noticia.
El aforo por pandemia no permitió que cientos de personas asistieran al cementerio parroquial, sin embargo algunos ojos llorosos acompañaron el carro fúnebre por distintas calles de la localidad, ubicada a 25 km al sur de Ovalle.
En un grupo privado de Facebook, que componen apoderados y alumnos, una dirigente expuso «Esperamos que se haga justicia, y que el colegio ponga como mínimo una querella», sentenció la mujer. En esa línea, Rogelio Vale, director de la escuela, y que se encuentra en Santiago producto de un tratamiento de salud, garantizó prestar ayuda a la familia, incluso con acciones judiciales de ser necesario.
Hecho que también golpeó al municipio, Karina Aguirre, alcaldesa (s) ha estado durante todas estas horas en conversaciones con la familia del padre del niño y puso a disposición todo el apoyo logístico para encontrar responsabilidades. «No vamos a emitir ningún juicio, son las entes fiscales quienes tiene que esclarecer los hechos ocurridos, igualmente nos ponemos al servicio de lo que pida la justicia y en lo que podamos ayudar».
PROBLEMAS DE
ALIMENTACIÓN
El presunto parricidio en Punitaqui tiene como antecedente clave las horas anteriores a la brutal llamada de emergencia que realizó la imputada a Carabineros, instancia donde de manera espontánea habría reconocido haber matado a su hijo, «lo maté, lo maté, le pegué, se cayó de la cama, lo maté», relataba el fiscal en la audiencia. Fueron dos veces en que habría confesado el crimen; cuando llama a la policía desde su casa en Cancha de Higuerita y en el Cesfam Sur de la zona.
«Acá lo que se puede ver es a un menor que tiene múltiples lesiones y moretones en su cuerpo, que no coinciden, de acuerdo a la experiencia, con la caída de una cama, sino que a una agresión por terceros», dijo el fiscal jefe de Ovalle Carlos Jiménez.
Esa tarde de martes, y según lo explicado por la defensa, el menor no quiso comer y la madre le habría pegado. Marcos había sido diagnosticado como consumidor selectivo de alimentos, ya que tenía problemas de esa índole. Por eso mantenía un tratamiento de medicamentos que habían sido cesados por la mujer, ya que ésta estimaba le harían mal.
Ese fue el contexto que rodeó el macabro crimen, que motivó desde ya una serie de acciones judiciales. La Defensoría de la Niñez se hizo presente como querellante, e interpusieron una querella criminal, así lo confirmó su representante Patricia Muñoz. «El punto es que acá volvemos a plantear lo que siempre decimos cuando se presenta una querella por la muerte de un niño, ya los resultados y consecuencias no tienen ninguna posibilidad de ser reparadas, ya que su vida ha sido perdida. Por eso aprovechamos este caso para insistir en la importancia de que como sociedad nos comprometamos con erradicar los abusos hacia los niños».
HERMANOS SEPARADOS
Marco provenía de un hogar de menores perteneciente al Sename en la región de Valparaíso, específicamente en la ciudad de Viña del Mar. Estuvo gran parte de su corta infancia separado de su hermano menor (5), ya que estaban en diferentes recintos de la ciudad jardín.
Luego de varios años pudieron juntarse, gracias al trabajo que hizo una joven pareja de Punitaqui para adoptarlos y traerlos a vivir a la región de Coquimbo.
Fuentes de Diario La Región en el lugar, señalan que después de todo este proceso, que conlleva tiempo, esfuerzo y paciencia, estos hermanos pudieron reencontrase y vivir bajo un mismo techo.
Desde la familia afectada aseguran que hablarán del asunto una vez que pase el tiempo, debido al impacto que provocó la desgracia.
Consultada la abuela, y quien posee actualmente la custodia del pequeño hermano de Marco, señaló que «me encuentro muy dolida por todas las mentiras que se han hablado. Estoy disconforme con el tratamiento que la prensa ha realizado, no se dimensiona el daño que se le hace a toda una familia, nos han hecho mierda», sentenció.