Crianceros de la zona, junto a representantes de Minera Los Pelambres y autoridades provinciales concluyen el periodo de cuatro meses de pastoreo con su ganado en terreno de la compañía en la cordillera de Salamanca.
Lo primero es que esto es una fuente de trabajo y lo segundo una tradición desde hace muchos año», Así resume Mario Álvarez, criancero de Illapel, la crianza de ganado caprino y su pastoreo, año a año, en la alta cordillera del Choapa.
Son las veranadas, una tradición milenaria característica del norte chico y que por estos días miles de cabezas de ganado caprino, bovino y caballar comienzan a descender de los campos ambientalmente protegidos por Minera Los Pelambres, terrenos que la compañía decidió abrir en el 2.000 como una forma de apoyar a los crianceros locales y evitar el contagio de fiebre aftosa desde territorio argentino.
«Si no fuera por la minera que nos dio la oportunidad de ocupar su cordillera, nosotros estaríamos perdiendo nuestra fuente de trabajo», comenta Mario Álvarez, «porque cuando nos cerraron las pasadas hacia las veranadas argentinas ahí nosotros quedamos sin derecho a cordillera, entonces Pelambres se puso la mano en el corazón y nos regaló el pasto y hasta hoy todavía nos mantiene en su cordillera», relata Álvarez, quien demora 8 días en bajar 225 animales desde la cordillera hasta su casa, ubicada en la localidad de Cocobú, en la comuna de Illapel.
