Lamentable es que menores de edad, principalmente niños, deban trabajar o pedir dinero en la calle realizando alguna actividad pintoresca o graciosa, y más aun que haya personas que avalen esta situación al darles dinero, encontrando emotivo el esfuerzo infantil de «ganarse la vida».
Esto estuvo ocurriendo estos días en La Serena, en calle Cordovez, en donde un sujeto vestido como chinchinero realizaba su show acompañado de dos menores –unas niñas de no más de ocho años- quienes estaban vestidas igual que él, recibiendo el dinero que el público les entregaba, principalmente por la simpatía que producían las infantes.
Un ciudadano realizó la denuncia en Carabineros, pero cuando llegaron, el chinchinero y sus «ayudantes» ya no estaban. Sin embargo, este miércoles llegó personal municipal advirtiéndole al hombre que estaba incurriendo en un delito y que no podía usufructuar de las menores para realizar la actividad.
Desde el Sename, Patricia Castro, Directora Regional (s), señaló que «tomamos conocimiento de esta situación e inmediatamente se derivaron los antecedentes a la Oficina de Protección de Derechos de La Serena, quienes a través de su equipo y con personal de Seguridad Pública Municipal, establecieron rondas en el sector en donde ha sido vista esta persona, sin tener resultados hasta el día de hoy (ayer) cuando los inspectores municipales logran dar con este adulto, explicándole que estaba incurriendo en trabajo infantil y tomando los antecedentes tanto del padre, como de las niñas».
Por su parte, Rosana Adaros, Jefa de la Dirección de Desarrollo Comunitario (Dideco) de la Municipalidad, dijo que «a través de la OPD y la Oficina de Seguridad Ciudadana, se ha tomado atención de este caso, tomando contacto con los padres del menor, y explicándoles que esto forma parte de un delito. Sin embargo, es Carabineros quien debe realizar la denuncia a la fiscalía y desde ahí podemos nosotros trabajar con los menores derivándolos a los distintos programas que maneja la municipalidad para apoyar a la infancia».
Castro agrega que «tenemos que tener en claro que no es una situación normal, por muy simpática o pintoresca que pueda resultar el ver niños o niñas trabajando, aún en compañía de un adulto. Es por eso que llamo a toda la ciudadanía a tener un rol activo en cuanto a denunciar ya sea ante Carabineros, PDI, Sename o la Dirección del Trabajo, porque la protección de los niños, niñas y adolescentes es una acción pública y requiere de una sociedad civil comprometida».
Lo mismo recalcó la directora de la Dideco, quien dijo que «como municipio hacemos un llamado a toda la ciudadanía a no incentivar este tipo de malas prácticas donde se está abusando directamente de un menor, explotando su condición de niño para sacar beneficios monetarios. Les pedimos a las personas no dar dinero y no contribuir a que se sigan perpetuando estas prácticas que atentan contra la dignidad de los más pequeños de la sociedad».
Incluso, un tema no menor y muy similar ocurrió el pasado domingo 15 de diciembre, cuando se desarrollaban las elecciones presidenciales, en donde a eso de las 9 de la mañana, llegaron hasta las afueras del Liceo Gregorio Cordovez –local de votación- un par de niños con un tarro y una bandeja, a vender empanadas de queso. Varias personas les compraron, pero aún con la presencia de Carabineros, alguien realizó una acción. A las pocas horas, los niños eran relegados por una mujer, quien se cambió de ubicación para comercializar sus empanadas.