Reclaman ante la «cero ayuda» que el gobierno ha tenido para con el sector, en medio de la crisis económica que deja la pandemia del coronavirus. Dirigentes de varias ferias se juntaron en Plaza Las Américas y marcharon de manera pacífica por las calles del puerto. Ante la restricción de movilidad de este fin de semana las pérdidas son categóricas, aseguran.
Las ferias están cerradas hoy y mañana. Sólo atienden por «delivery». Cada comerciante debió dejar su número al «casero» y hasta su casa transportaban frutas y verduras. Sin embargo, estos espacios de ventas también tienen otros tipos de vendedores que salen día a día a ganarse la vida.
Esos son los coleros y los representantes de las ferias de las pulgas. Esa «novedad» que uno se encuentra los sábados y domingos por estos lugares de ventas, se consiguen gracias a ellos. Los mismos que de vez en cuando tienen un «engañito» para calmar el hambre. Ellos mismos, pasan por el peor momento desde el inicio de la crisis.
Y es que pasan los días y «van quedando a la cola» con respecto a beneficios que el Estado ha entregado durante todo este tiempo a aquellos que se han visto perjudicados por los embates al bolsillo. De lunes a viernes se la juegan con todo, los fines de semana se han trasformado en un martirio.
«En verdad la mayoría de nosotros pasa por momentos complejos. Tenemos muchas mujeres solas, sin marido, otras embarazadas, gente que si no lleva plata al día no come, y eso es terrible», continúa la presidenta de Esfuerzo y Progreso.
Así, unos 50 coleros y comerciantes de la feria de las pulgas caminaron en una actividad que catalogaron como un «éxito». Otra de las luchas, que Yanett y otras mujeres deben dar, hace referencia a trabajar de manera ilegal, eso «les pasa la cuenta», dice, y asegura que durante años han hecho todo lo posible por tener un espacio establecido para poder ofertar sus productos, hasta el momento no han sido escuchados, a pesar de tocar un millón de puertas.
«Uno vende de todo, empanadas, cosméticos, lo que va llegando y podamos revender. Al final de cuentas nosotros somos los que más perdemos, porque los de ferias establecidas se las han arreglado y pueden hacerlo, incluso de manera delivery ahora en cuarentena, a nosotros nada, se nos da siempre un portazo», finaliza.
«Como toda la vida hemos trabajado de manera independiente, no tenemos derecho ni a sacar el 10%, menos los bonos y otros beneficios que se han ido dando. Estamos totalmente abandonados», dice Yanett Araya, dirigenta del sector.
Ante la problemática que vive un centenar de familias de la zona, decidieron organizarse y sacaron la voz. Es por eso que en la jornada del viernes realizaron una marcha pacífica por el puerto con el objetivo de hacer notar el malestar a las autoridades de gobierno y municipales. Agruparon a diversos feriantes de distintos puntos de Coquimbo, y que viven diariamente la problemática de trabajar «sin papeles».