Al interior de una bodega de una compraventa de metal de Coquimbo, que era fiscalizada por el Grupo Especial de Bienes Robados, GEBRO, de la Policía de Investigaciones, PDI, los detectives hallaron 141,30 kilos de cable de cobre forrado, de propiedad de una empresa de telecomunicaciones de la zona.
Una vez que el material fue revisado por los detectives, determinaron que correspondían a 10 rollos de 300 metros cada uno, pidiendo a la dueña de la compraventa la documentación que certificara su procedencia, pero la imputada manifestó no poseer ningún documento que acreditara que adquirió legalmente el material, quedando detenida por receptación.
Posteriormente el Ministerio Público determinó que la comerciante quedara en libertad, con una citación para seguir el proceso judicial en su contra.
Siguiendo con las diligencias investigativas, la PDI tomó contacto con la empresa dueña de los rollos, que los reconoció como de su propiedad, avaluándolos en 600 mil pesos.
Además, los encargados de la empresa dieron cuenta a los investigadores que desde un tiempo a la fecha y gracias a sus balances, determinaron que existe pérdida de stock de cable de sus bodegas, por lo que efectuaron la debida denuncia. Es así que las autoridades comenzaron a indagar para esclarecer dicha situación.