Más de dos mil coquimbanos y visitantes, literalmente, abarrotaron la Avenida Costanera porteña para apreciar el vibrante Carnaval del Mar, que incluyó el paso por la bahía local de un corso «marítimo» con navíos engalanados con hermosas luces, cuyas tripulaciones, ataviadas a la usanza pirata, brindaron un colorido espectáculo que concluyó con fuegos artificiales, actividad que cierra los festejos del aniversario número 147 de la comuna.
Si bien la temperatura era baja al inicio del evento, cientos de familias con niños y niñas incluidos dieron calor a la jornada, que partió con la travesía de las naves de empresarios turísticos locales y de caletas pesqueras que pasaron a sumarse al carnaval organizado por el municipio coquimbano.
Es así que la nave «insignia» fue el Catamarán Mistral, que era comandado por Miss Coquimbo 2014, la estudiante Derecho de la Universidad Católica del Norte, de 19 años Daniela Calderón Fuentes, cuyo principal adorno fue una réplica de la Concha Acústica de la Plaza de Armas local.
Tras ella le siguieron el Catamarán Corsario, los galeones turísticos Habana y Valeska, entre otras embarcaciones como la lancha Centuaro que fue engalanada por funcionarios municipales del Estadio Mundialista Francisco Sánchez Rumoroso con una pequeña Cruz del Tercer Milenio.
Además embarcaciones de gremios de pescadores de diversos puntos de la comuna también pasaron a sumarse la navegación, ataviados con luces de colores.
«Correrías piratas»
Una vez que las bravías tripulaciones de piratas y corsarios rodearon con los galeones al catamarán de la reina de Coquimbo, abordando la nave a la fuerza, raptando a la soberana a pesar de la oposición de la guardia real española que la protegía.
Luego los captores a «punta de espada» y disparo de mosquetes y cañones, desembarcaron en la Costanera, acción que causó la emoción del público, especialmente de los más pequeños que presenciaron otro combate «cuerpo a cuerpo» con la guarnición española del cañón que defendía el puerto.
Pero cuando todo parecía perdido, el alcalde de Coquimbo, Cristian Galleguillos, intercedió por la paz, parlamentando con los amotinados capitaneados por el «Pirata Cuervo», leyendo un juramento en que prometía respetar la vida de los piratas y resguardar a la Reina Daniela I hasta el fin de su mandato, acuerdo que fue cerrado con un sonoro aplauso y vítores de todos los asistentes.
Seguidamente comenzó el lanzamiento de fuegos artificiales desde una plataforma flotante, espectáculo que llenó por cerca de 20 minutos al cielo y a las aguas de la bahía coquimbana de un bello colorido.
Y como una fiesta no puede terminar sin baile, el edil Galleguillos junto a las huestes piratas y soldados españoles invitaron a todos a disfrutar de la presentación de Los Viking´s 5, que con sus más tradicionales cumbias y nuevos temas hicieron danzar a todos los porteños y turistas que celebraron hasta bien entrada la noche el cumpleaños 147 coquimbano.