Agitando sus banderas, con bombos y silbatos, cerca de 500 trabajadores afiliados al sindicato de la empresa de supermercados Unimarc, que efectúa un paro legal de actividades desde el viernes 7 en demanda de mejoras salariales, organizaron ayer una nueva protesta pacífica en el Parque O´Higgins de Coquimbo, atrás de la sucursal de calle Varela, la que incluyó hasta una «olla común» con pescado frito.
En la actualidad de los 24 locales de la cadena ubicados en la comuna porteña, Ovalle y La Serena, son ocho los que no están atendiendo público por la huelga que llevan a cabo 1.600 trabajadores, quen han efectuado marchas desde el viernes pasado, a la espera del resultado de las negociaciones de su dirigentes con la gerencia de Unimarc.
Precisamente la movilización de ayer en la ciudad puerto fue convocada a la espera del resultado de una nueva reunión con lo ejecutivos programada para la tarde.
Nancy Muñoz, secretaria de la Federación de Trabajadores de Unimarc, manifestó su petitorio en busca de mejoras laborales.
«Nuestra principal demanda es aumentar los sueldos, principalmente la gente nueva porque los antiguos tenemos un sueldo que supera los 200 mil pesos para arriba, pero los nuevos ingresan con sueldo mínimo y los part time ganan mucho menos, por eso hay rotación de personal por los bajos sueldos que pagan y por eso la gente se va a otras cadenas, además queremos aumentos de bonos».
Respecto al funcionamiento de los locales que siguen atendiendo a clientes, la dirigente explicó que es parte de una sesión que hizo su federación para flexibilizar las negociaciones con su contraparte
«Sabemos que la empresa está dispuesta a conversar y por un acuerdo no hemos impedido que los locales como Los Álamos de Sindempart, El Milagro, el de Las Compañías, La Florida y el de Cisternas de La Serena, porque su personal es con convenio y no con contrato colectivo como nosotros».
Del futuro del paro la dirigente manifestó que en caso de que no exista acuerdo en los próximos días, lo extenderán, «si no hay arreglo nos vamos quedar en los locales paralizados sin incluir los que siguen en funciones, porque no podemos ser negativos y cerrarnos al diálogo con la empresa y escuchar sus propuestas».