Este miércoles fue el turno del destacado doctor Hernán Lechuga, médico cirujano y perito médico forense-legal y de un ingeniero informático, quien hizo la extracción de datos del computador de la menor.
Un caso complejo, sin duda. El de la menor asesinada en Coquimbo, en la villa Talinay, en noviembre de 2020.
Un hecho que conmocionó a la región y el país, ya que, según la tesis de la Fiscalía, la autora del crimen sería su madre, Mirta Ardiles, quien le habría propinado varias puñaladas y golpes a la niña, para posteriormente quemar la casa en la que residía junto a la víctima, el padrastro de esta, Luis Santander.
Luego de tres semanas de juicio oral, el dictamen se encuentra en su etapa final, con la defensa exhibiendo testigos, pruebas y peritos. Ayer, el turno del destacado doctor Hernán Lechuga, médico cirujano y perito médico forense-legal, además de un informático de Santiago por vía Zoom.
A Lechuga se le solicitó hacer una investigación de los hechos y responder a siete interrogantes: el tiempo que demora en aparecer el humo en el incendio domiciliario, la causa y data de muerte, la importancia del monóxido de carbono, la eventual calidad del arma homicida encontrado en el sitio del suceso, un análisis criminodinámico de las lesiones que presenta la menor y finalmente un análisis del sitio del suceso en razón de algunas eventuales deficiencias en este trabajo policial.
A eso, añadió que se desarrolló una investigación respecto de muertes e incendios y la causa más habitual es una injuria pulmonar severa por inhalación de humo y gases con alta temperatura, «y para aplicar este conocimiento al caso actual, importa señalar que la occisa presentaba hollín en las vías respiratorias y un compromiso pulmonar severo».
Al respecto, el defensor Nicolás Pavez manifestó que con el doctor Lechuga «creemos que hemos confirmado que el cuchillo no es el arma homicida, y de igual manera cuestionamos abiertamente el peritaje que hizo el Instituto Médico Legal, donde creemos que en el mismo juicio quedó demostrado que las medidas fueron mal tomadas».
A su juicio, «esto implica que ese cuchillo no es el arma. Y lo más grave vino del inspector de la PDI, quien tomó esa arma en el sitio del suceso y dijo que había otros diez cuchillos en esa cocina, por tanto, al equivocarse, demuestra que la PDI no hizo un buen manejo del sitio del suceso y queda en evidencia, reitero, que el cuchillo no es el arma homicida».
Por tanto, admite que el doctor «ha descartado el cuchillo como arma homicida», aunque como defensa ya lo habían adelantado con el peritaje del médico legal la semana pasada, «pero el día de hoy (ayer) con el set fotográfico que se acompañó, me parece que no existe espacio de dudas».
En sus conclusiones, el doctor indicó que, al momento de haberse iniciado el siniestro, Mirta no estaba dentro de la casa. Posteriormente habló de la data de muerte y que la causa «es una injuria por inhalación», dejando en claro que la herida craneal no es una herida mortal, sino que más bien muere por otra causa.
En los dos ejemplos de data de muerte, sostiene que Mirta Ardiles no se encontraba en el lugar.
No fue acabada
A su vez, el trabajo del perito informático fue realizar una extracción de datos del computador y celulares, concluyendo que el pc de Melissa tiene historial de navegación entre las 11.13 y las 11.35.
Sostuvo que el computador salió del estado de «hibernación» y navega esos 33 minutos. En el juicio, Fiscalía dijo que el computador pudo abrir «milimétricamente» y generar esa «automatización».
Lo que hoy el perito informático descartó, indicando que esos procesos duran segundos en concluir, por lo que el computador volvió a funcionar y estar abierto hasta las 11.35.
Lo anterior tiene relevancia, dado que la menor fue encontrada sin vida en el sitio del suceso con el computador cerrado. Entonces, ¿quién lo abrió a las 11.13 horas? Y todavía más complejo, ¿quién lo cerró a las 11.35 horas?
A su vez, la defensa exhibió algunos audios para demostrar que era posible explorar mucho más con los elementos tecnológicos que había en esa casa, «entonces quisimos demostrar que la investigación que se hizo anteriormente no fue acabada, y respecto a los medios tecnológicos, era posible avanzar mucho más allá, más todavía si están dos años haciendo la investigación, cuando nuestro perito con recursos mucho más escasos y limitados, logra detectar cosas que entendemos que el Ministerio Público no detectó en dos años».