
Emblemático establecimiento de La Serena es el segundo más antiguo del país, detrás del Instituto Nacional de Santiago. Este viernes se realizará el acto principal.
Sin duda, escenario de todo tipo de discusiones académicas, políticas y de las otras. Porque el Liceo Gregorio Cordovez (en calle Gandarillas) sintetiza como pocos la historia no solo de la ciudad de La Serena, sino también de la región.
Por sus salas y pasillos han pasado profesionales que nutrieron la vida de la comuna y que ayer, al cumplir 204 años de historia, como institución espera seguir nutriendo. Y para conmemorar un año más de vida se realizó la tradicional romería al cementerio para visitar las principales tumbas de los exliceanos, instancia en la que también participaron exestudiantes del emblemático establecimiento de La Serena, el segundo más antiguo del país, detrás del Instituto Nacional en Santiago.
«Sí, el liceo fue fundado en 1821 y solo nos supera el Instituto Nacional, fundado en 1812, y refundado en 1819», cuenta el director José Miguel Sanzana.
Explica que nació como un proyecto para educar y tener un centro educativo en el norte del país, a la manera del Instituto Nacional, «entonces se llamaba Instituto Nacional Departamental San Bartolomé de La Serena, con el proyecto inicial de dar educación vinculada a la minería, a la exploración minera».
Reconoce que este año ha sido «muy especial» porque llevan algún tiempo restituyendo ciertas tradiciones, «por cuanto tenemos una amplia matrícula y existe mucho interés por ingresar. Sin embargo, hay algo importante que queremos dejar como mensaje a las futuras generaciones, y es que el liceo no solamente vive en el memoria, sino que buscamos proyectarnos hacia adelante y dejar un legado de cómo el liceo Gregorio Cordovez puede ser un aporte para la educación pública en el futuro, sobre todo en el siglo XXI, con la inteligencia artificial y con nuevas metodologías, por lo que existe un interés por proyectarnos hacia adelante y no solo vivir de la memoria».
Como institución es enorme, pues abarca una manzana completa en el casco histórico, donde ocurren otro tipo de incivilidades, «pero el liceo en sí mismo proyecta una imagen potente, ya que somos visibles para la comunidad y si bien los desafíos son complejos en dirigir un establecimiento de esta envergadura, al mismo tiempo hay un equipo, un trabajo y un grupo humano que se siente identificado con la institución, y eso hace que relativamente los cambios o las necesidades de cambio de alinearnos con un propósito, un proyecto, sean fáciles de llevar. Lo interesante es que existe una mística interna que ayuda mucho a generar rápidamente avances y mejoras».
Si bien ayer comenzaron las actividades, la ceremonia central para festejar un año más se realizará este día viernes en el teatro del establecimiento, donde celebrarán oficialmente junto con todos los exalumnos y autoridades invitadas.