Dice que lo mejor sería que la municipalidad administre los fondos «tanto de la salud y educación» y que «soy de la idea definitiva que, en un corto plazo, la corporación no debiese existir», avisó.
Concejo nuevo, problemas nuevos, reza el dicho popular. En este caso, problemas que se arrastran de otras administraciones y que bien podrían verse incrementados.
Pues como asevera la concejala Daniela Norambuena, desde el punto de vista financiero, «la municipalidad está bastante saneada, pero hay varias preocupaciones al respecto».
¿Qué tipo de preocupaciones? Lo mismo de siempre: deudas previsionales que mantiene la Corporación Gabriel González Videla con los profesores, la delincuencia y la escasez hídrica como principales temas que como concejala está dispuesta a tratar de solucionar.
«Hace pocos días tuvimos una reunión con Ernesto Velasco, secretario general de la corporación, para ver cuáles son las propuestas reales y ver cómo vamos a compensar esa deuda no solamente del ámbito previsional, sino también la deuda con los proveedores y que no está considerada dentro de valor total», aclaró.
Tema que, como asegura, «se necesita regularizar con urgencia y soy de la idea definitiva que, en un corto plazo, la Corporación no debiese existir».
Así de tajante. Y explica sus motivos: «Desde el punto de vista municipal, debiese ser justamente la municipalidad quien administre de manera directa los fondos para tener en las manos el proceso de fiscalización permanente y constante, porque muchas veces los concejales nada pueden hacer por ser justamente una corporación de derecho privado. Debemos hacer presente que, en definitiva, se tiene que cortar este paño largo y firme de una vez por todas, pues ahí existen favores políticos y tampoco sabemos el número de personas contratadas, tampoco cómo es el pago de las horas extras y menos sabemos quién fiscaliza el reloj control».
A juicio de la exgobernadora provincial, «falta un proceso externo que realmente pueda trabajarse en materia de fiscalizaciones de las corporaciones, o bien modificar de frentón la ley orgánica de municipios, que en definitiva nos pudiese otorgar mayores facultades a los concejales para extendernos en las fiscalizaciones derechamente de las corporaciones».
Inseguridad, teatro
Respecto a la posibilidad cierta de eliminar la Corporación, reconoce que «he estado conversando con algunos asesores en materia legal, pero aún no con los concejales. Sin embargo, está la posibilidad, por ejemplo, de que las corporaciones al momento de ser insolventes en lo que tiene que ver con el ámbito financiero, puedan hacerse parte de la ley que indica que aquellas fundaciones, corporaciones o todos los organismos de derecho privado, puedan ser parte de estas insolvencias y puedan generar acuerdos de pago para evitar estas deudas, ya sea previsionales y de proveedores».
En este caso, «la ley de insolvencia cae perfectamente para la corporación, que tendría la finalidad de hacer un cierre y que mientras se hace este cierre, producto de que es insolvente económicamente, sea la municipalidad la que administre los fondos tanto de la salud y educación».
Pero no sólo lo que pueda pasar con la corporación aqueja a la concejala, porque también está el tema de la seguridad, hecho no aislado, «y que en La Serena ha ido creciendo esa sensación de inseguridad y que va de la mano con todo lo que tiene que ver con el comercio ilegal».
El otro punto crítico es la escasez hídrica «donde hemos escuchado que puede haber un racionamiento de agua, ¿sin embargo La Serena está preparada para aquello? Le presenté una propuesta al alcalde en ordenanza municipal, respecto a que la municipalidad comience a restringir ciertos temas en lo que tiene ver con el riego en espacios comunes porque son temas regionales, comunales, y que La Serena debiese liderar. En definitiva, siento que en este primer año me queda esa deuda, de que tenemos que poner el pie en el acelerador».
En cuanto a la situación del arriendo del ex Cine Centenario, afirmó que «un gran porcentaje del financiamiento municipal se va justamente en arriendos de inmuebles, por lo tanto, hoy hay prioridades y lo primero es la seguridad. Yo con esos recursos fortalecería el Departamento de Seguridad Pública y tener rondas nocturnas, por ejemplo. En este momento no están los recursos como para poder estar destinándolos a generar otro tipo de arriendos y hay propuestas disponibles para arrendar el inmueble y finalmente hacer un convenio con la municipalidad para que pueda tener su oferta programática de cultura y así la municipalidad se pueda evitar un gasto innecesario».