Consejero regional Rondanelli ve con preocupación a la industria del pisco: Primero la sequía y luego la pandemia

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Core sostuvo que es necesario que parte de los ingresos que genera esta industria al Estado retornen a la región, concentrados en mejorar parrones frente a la cosecha como lograr la internalización del destilado.

“El primer golpe fue una dura sequía y seguidamente llegó el coronavirus que no sabemos cuándo terminará”.  Con esas palabras el consejero regional, Cristian Rondanelli, expresó su preocupación frente a la situación que está atravesando actualmente la industria pisquera y los pequeños productores de las regiones de Atacama como de Coquimbo, considerando que en esta área económica existen 2400 productores, de los cuales el 90% son pequeños agricultores, generando 4 mil empleos directos y 60 mil indirectos, constituyendo un escenario al cual el gobierno debe dar un  valor a un producto con identidad nacional.

“Acá en la provincia del Choapa, nuestros productores han tenido una merma de un 50, 60 o 70% en su producción y justamente hablamos de pequeños productores. Recordemos que el 85% de los productores pisqueros disponen menos de 5 hectáreas. Por lo tanto, ellos viven del ingreso de la uva y de otros cultivos menores y es ahí donde el modelo del cooperativismo dio resultado por muchos años, pero ahora es distinto, ya que por ejemplo un pequeño productor que recibía una cuota mensual de $300 o $400 mil, hoy esa cuota va a bajar a $200 o $150 mil, incluso menos. A lo anterior se suma una baja importante en la venta del producto, enfrentándonos a una situación muy compleja”.

Al ser consultado sobre cómo se podría generar una ayuda directa al sector, Rondanelli sostuvo que ese apoyo está en manos del gobierno central en conjunto con el Ministerio de Agricultura, los cuales tienen la capacidad de determinar que parte de la gran cantidad de impuestos – alrededor de U$ 150 millones- que genera el mundo pisquero al erario nacional puedan retornar en una reinversión a la región de Coquimbo y Atacama. “Necesitamos que al menos un 5% de esos recursos pueda ir destinado, por ejemplo:  incentivar a los pequeños productores a replantar los parrones, ya que muchos han visto afectados sus ingresos productos que son parrones viejos y perjudica la producción. Otra alternativa, es destinar recursos al marketing internacional, así como lo hace Perú con el aguardiente, en que el país vecino realizó un importante aporte al aguardiente y en que Chile debe trazar un camino similar, considerando los 70 mil litros que se exportan a los diferentes continentes”.

Rondanelli, al abordar la Denominación de Origen (DO) sostuvo que no comparte una Denominación en conjunto con el Perú, ya que existen documentos suficientes que acreditan que el pisco es chileno, recordando que en sectores de Alhué, últimamente se conocieron fechas con anterioridad a las primeras producciones peruanas de aguardiente, existiendo las condiciones para competir con un producto propio de nuestro país.

Por último, el consejero señaló que se continuarán realizando todos los esfuerzos transversales necesarios en conjunto a los diputados Gahona y Fuenzalida, que permitan mantener una estrategia de sustentabilidad de la industria pisquera, como también entregar el apoyo a los diferentes sectores que la componen, sobretodo en estos difíciles momentos.

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