El mejoramiento del borde costero de la Playa Changa, que depende de la Dirección de Obras Hidráulicas del MOP, contempla una inversión cercana a los $5 mil millones de pesos, y tras una revisión de parte de Contraloría enumeró una serie de deficiencias en la construcción, además el informe señala que falta el pronunciamiento del Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) en cuanto a si el proyecto debe ingresar o no al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental, esto debido a su cercanía con el humedal El Culebrón.
El mejoramiento del borde costero de la Playa Changa surge luego que el lugar fuera afectado por el terremoto y tsunami del 2015, y cuya obra contempla una inversión cercana a los $5 mil millones de pesos. En cuanto a sus características, aparte de incluir espacios públicos, que serán mejores a los actuales, también tendrán un muro verte olas, que disminuiría los efectos frente a posibles salidas de mar o marejadas.
En ese sentido, la Contraloría realizó una inspección a la obra que está a cargo de la Dirección de Obras Portuarias (DOP) del Ministerio de Obras Públicas, con el objeto de constatar que se haya ejecutado conforme al proyecto aprobado.
Del informe se desprende que los muros de hormigón armado no fueron ejecutados de manera alineada, toda vez que se advirtieron muros que no siguieron una línea continua exterior, sino que se encuentran desfasados. Además, se advirtió un desplazamiento vertical en la ejecución del muro de contención, por lo que la DOP deberá acreditar las reparaciones en un plazo de 60 días hábiles.
Además, se constató que la totalidad de las juntas de dilatación ejecutadas carecían de sello, advirtiéndose que algunas contenían restos de piezas de madera y no tenían poliestireno expandido. También, se verificó que algunas no se ejecutaron en forma continua en su sentido vertical, no coincidiendo dicha junta en el coronamiento y en el alto del muro, o se encontraron desalineadas.
El ente contralor advierte que existió un incumplimiento de la empresa contratista a una instrucción emitida por el inspector técnico de obra, por lo que correspondía la aplicación de la sanción dispuesta en el artículo 111 del Reglamento de Contratos de Obras Públicas, aprobado por el decreto N° 75, de 2004, del Ministerios de Obras Públicas, no obstante, de los antecedentes proporcionados, no consta que esta haya sido aplicada por el servicio.
Falta el pronunciamiento del SEA debido a la cercanía con el humedal
El informe detalla que de los antecedentes analizados, se advierte que la Superintendencia de Medio Ambiente (SMA) realizó una inspección ambiental a la obra, con fecha 15 de diciembre de 2020, requiriendo información a la Dirección de Obras Portuarias, la que le proporcionó los antecedentes solicitados el día 9 de marzo de 2021.
«No obstante, a la fecha, dicha Superintendencia no ha emitido el resultado de su proceso de fiscalización, aun cuando han transcurrido más de 9 meses desde que posee la información requerida, lo que da cuenta de una vulneración a los principios de eficiencia, eficacia y control de la Administración del Estado» añade el documento.
Además, se constata que la SMA, con fecha 26 de octubre de 2021, dio inicio al procedimiento de requerimiento de ingreso al SEIA, advirtiéndose entre los antecedentes de dicho expediente, el oficio ordinario N° 82, del 12 de enero de 2022, el que da cuenta sobre la falta de pronunciamiento del Servicio de Evaluación Ambiental en cuanto a si el referido proyecto debe ingresar o no al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental.
El ingreso se fundamenta en el Informe Técnico de Fiscalización Ambiental, elaborado por la SMA, ya que en sus conclusiones que señala que «se desprende que el proyecto podría generar una alteración física o química de los componentes bióticos del humedal».
