A su vez, desde CGE dan cuenta de un método delictivo menos usual pero más complejo, destructivo y de mayor envergadura en los sectores más remotos de la región de Coquimbo.
El robo de cables se ha convertido en una actividad delictiva persistente en la región de Coquimbo en los últimos años y las comunas más afectadas por estos incidentes son La Higuera, Coquimbo y La Serena.
Así lo expresó Óscar Jeréz, gerente zonal CGE Coquimbo, quien además dio cuenta de las instancias en las que han dado cuenta del problema que afecta la correcta entrega de su servicio, las que lamentablemente no han logrado una disminución en los robos.
«A pesar de haber presentado denuncias, querellas y entregado antecedentes a las autoridades competentes, persisten los actos de bandas delictuales que operan con total impunidad en la región».
Además, expresa que la empresa, incluso, ha tomado medidas para atacar al «interés» económico detrás de estos robos, como lo es «la instalación de cables de aluminio», en reemplazo de los clásicos cables de cobre.
En tanto, asegura que ya se han logrado identificar los métodos utilizados en estos ilícitos. «Existe un modus operandi similar en los robos, que es por la vía de la destrucción y todo un mecanismo de comercialización de la venta de cobre robado que facilita el comercio ilegal de cable de cobre, especialmente en la región de Coquimbo, donde este delito ya tiene larga data».
Entre los métodos que se han esclarecido, el que genera mayor daño es el utilizado la madrugada del pasado lunes en La Higuera, que resultó en el robo de 4.800 metros de cable y daños estructurales, el cual es replicado en áreas remotas o poco pobladas para la sustracción de grandes cantidades de cobre.
El otro método consiste en robos frecuentes, pero de menor volumen, ocurriendo al menos una vez por semana, fenómeno observado en ciudades como Coquimbo y La Serena.