2.600 personas llegaron ayer hasta el mediodía al puerto de Coquimbo para abordar y conocer el Buque Escuela Esmeralda, en que los jóvenes guardiamarinas de la Armada Nacional, que forman parte de la dotación de 310 tripulantes, explicaron a los visitantes las características técnicas del imponente bergantín goleta, que desde las 11:00 a 18:00 horas pudo ser visitado por el público que al cierre del primer día de visitas, sumó cerca de tres mil asistentes.
Sonrientes, los integrantes de la familia Zarzosa Morgado, contaron a Diario LA REGIÓN la gran experiencia que vivieron en el tour por el hermoso velero, oportunidad que de acuerdo a Ivo Zarzosa fue una posibilidad que pocas veces tienen los habitantes de Coquimbo y la zona
«Aprovechamos de venir temprano porque nunca habíamos visto la Esmeralda y esta es la primera vez que tenemos la oportunidad de poder visitarlo y les encantó a mis hijas, fue un bonita experiencia para ellas porque nunca habían podido subir a un barco tan grande y a lo más los han visto a lo lejos los barcos de carga que llegan a este puerto».
En ese sentido remarcó que la visita también permite a los escolares principalmente conocer la misión y la historia del Buque Escuela.
«Ojalá que la Esmeralda pase más seguido por acá, porque tengo entendido que en años anteriores, pasaba más seguido cuando hacía instrucción para regresar a Valparaíso, y a mi familia y mis niñitas les gustó poder conversar con los marinos que les explicaron cómo trabajan, para qué sirven las velas y eso es una gran enseñanza para los niños en general, y es llamativa la altura de los cuatro palos que tiene y lo más impresionante es ver que ellos suben sin problema para desplegar las velas».
Proveniente de Santiago, Maty Carvajal aprovechó para abordar el bergantín goleta junto a su marido, Alejandro Reyes, manifestando que siempre han admirado a la Armada debido a que tienen parientes que prestaron servicio en la institución.
«Para nosotros a nuestra edad esto es súper importante que den la oportunidad de conocer la Esmeralda a la gente y nosotros tenemos familiares que pertenecen a la Armada que ya están jubilados».
La turista destacó también la excelente atención que les brindaron los guardiamarinas y los miembros de la tripulación durante el recorrido. «Nos atendieron súper bien al igual que a todas las personas que abordan, explican todas las consultas de todos y así uno aprende cómo ellos navegan, cómo preparan los viajes y ahora se van a Europa el 31 de mayo en el crucero de instrucción». Misma opinión de su esposo: «Ellos son muy atentos, entregan toda la información, de cómo son desplegadas la velas, las amarras, el sistema de anclaje, lo que es muy educativo, sobre todo para los niños y niñas que vinieron con su padre ahora».
Consultada por si sufrió algún mareo, la señora Maty entre risas los descartó: «Uno no se marea nada, la nave está quieta en el puerto, pero nosotros hemos navegado en barcos, y no pasa nada porque uno tiene que pedir la pastilla contra el mareo al tiro (risas)».
Durante los años 2013 y 2014, el Buque Escuela Esmerada fue sometido a una serie de refacciones en su estructura, lo que posibilitó el cambio de los cinco palos que posee que son el Bauprés que sobresale de la proa, el Trinquete, Mayor Proel, Mayor Popel y Mesana de la cubierta.
En el 2013 en el Astillero y Maestranza de la Armada, ASMAR, de Talcahuano, las reparaciones comenzaron en el mes de enero con el retiro de todos los cables asociados a los palos que se iban a intervenir, faena que concluyó en febrero cortando por la mitad los palos mayor proel y trinquete que no habían sido renovados desde la construcción del buque en España, el año 1954.
A fines de marzo se instaló el nuevo trinquete, palo que se arbola junto a la proa y el mayor proel.
Además, fue efectuando un mejoramiento en los entrepuentes o habitabilidad de la nave para mejorar las condiciones de descanso de la dotación y también en la cámara de guardiamarinas, donde son realizadas las clases teóricas que imparte el Buque Escuela.
Por otra parte, fue dispuesto un mantenimiento de sala de máquinas y mantención de piezas que no se pueden intervenir cuando el buque está navegando, como cambios de válvulas y piezas menores.
Al año siguiente, a contar del mes de septiembre en los astilleros de ASMAR de Talcahuano, fue realizada la segunda fase de refacciones con el reemplazo de los palos Mayor Popel y Mesana.
Esas labores concluyeron en el mes de noviembre, completando de esta manera la recuperación de toda la arboladura del navío, aumentando de esta forma la vida útil de la unidad, para seguir prestando servicios a la Armada, regresando a Valparaíso en marzo de este año para la preparación del LX Crucero de Instrucción 2015.