La corte de apelaciones definió que se cumplen las condiciones para imputar el delito de secuestro a Ariosto Lapostol, quien durante los años de la dictadura militar se desempeñó como Comandante del Regimiento N 21 Arica (hoy Coquimbo). Al ex uniformado se le ha acusado anteriormente por los asesinatos de los padres del argentino Ernesto Ledjerman, pero esta vez la corte de apelaciones decidió formalizarlo por el secuestro de Bernardo Cortés en el año 1974, joven illapelino que posteriormente fue asesinado en el regimiento y sus restos hasta el día de hoy no han sido entregados a sus familiares.
Humberto Mondaca, Ministro en visita de la corte de apelaciones, declaró por medio de un oficio que tras el análisis de los antecedentes presentados, «se somete a proceso a Ariosto Lapostol Orrego en calidad de autor del delito de secuestro calificado». Lo cual ha abierto nuevamente el debate sobre el paradero de los detenidos desaparecidos durante la dictadura militar.
Bernardo Cortés era un joven illapelino que estudiaba Pedagogía en Castellano en la Universidad de Chile sede La Serena (actualmente campus Andrés Bello de la Universidad de La Serena). El joven del Choapa era aficionado de la poesía y pertenecía al grupo cultural Aquelarre de Illapel, también pertenecía al Movimiento de Izquierda Revolucionara (MIR), partido político que fue duramente reprimido luego de que los militares tomaran el poder el año 1973
El secuestro y posterior asesinato del joven estudiante se habría producido el día 4 de abril del año 1974, mientras Bernardo Cortés se encontraba en la casa de su tía en Coquimbo y sin orden previa de Tribunal ni autoridad competente, fue aprehendido por sujetos no identificados y en un vehículo fue llevado al ex regimiento Arica.
Por lo tanto, el ministro en visita mandó a notificar a Ariosto Lapostol de este proceso y el despacho de una «orden de aprehensión en su contra».
Cristian Cruz, abogado de los familiares de Bernardo Cortés, señaló que «vamos a seguir presionando para que el resto sea debidamente juzgado y obviamente condenado por estos hechos». Y apuntó a que perseguirán durante el proceso el hecho de que Ariosto Lapostol sea condenado a pena aflictiva, es decir, como mínimo a cinco años y un día tras las rejas.
El abogado afirmó también que «no puede haber justicia sin verdad», por lo que este sería un primer paso para esclarecer la desaparición de Bernardo Cortés, quien habría sido asesinado tras recibir varias sesiones de tortura en el regimiento.
Cruz explica que «desde el año 2006 que estamos persiguiendo esto», por lo tanto el proceso de dolor e incertidumbre de la familia del joven illapelino, «ha sido bastante largo», detalló. En ese sentido, el abogado criticó duramente al acusado del secuestro, y señaló que «Lapostol y los suyos son víctimas de su propia crueldad».
La tesis que plantea el profesional dice que el acusado en aquellos años tenía el cargo de mayor jerarquía en la zona y se encargaba de administrar el poder militar, judicial y administrativo, por lo tanto, toda decisión de lo que tenía relación con los procesos de los presos políticos pasaba por sus manos o sus colaboradores cercanos.
«Lapostol lo que merece es estar entre rejas, tratado con dignidad obviamente, nos oponemos a los linchamientos, pero tiene que haber justicia» señaló Cristian Cruz, ya que desde su punto de vista, Bernardo Cortés no cometió ningún delito y «a pesar de que lapostol y los suyo entendían que habían procesos judiciales en tiempo de guerra. Optaron por asesinar a la víctima con crueles torturas, hacerlos desaparecer, negar los hechos y esconderse en las cortinas de la historia sin responder jamás», concluyó el abogado querellante.