Con la idea de hacer más interactiva la forma en que los niños y niñas pueden ejercitarse para su rehabilitación así como apuntando a solucionar un tema social de trasfondo que tiene que ver con la opción de poder contar con un servicio que estimule el progreso de los niños de menores recursos, Lorena Pardo (Fonoaudióloga),Nicole Ampuero (Ed diferencial), Marcia Lafferte (estudiante de último año de ingeniería en informática), Benjamín Cortes (ingeniero en informática), Sergio Cordova (ingeniero en informática) y Bárbara De La Fuente (estudiante de último año de Ingeniería Comercial), crearon Fonoeduca.
Según destacó De la Fuente, «la idea nació con el fin de estimular las habilidades en niños que tienen altas capacidades, en el fondo era una aplicación para niños que se aburrían en las clases. Partimos con ese proyecto, llegamos a la semi final del concurso Jump Chile y después en el camino fuimos viendo que habían otras necesidades educativas».
Algo que les llamó poderosamente la atención luego de haber trabajado en una escuela de lenguaje en la que habían muchos niños con trastornos del lenguaje. «Vimos esas necesidades y luego conocimos a Lorena, que es la fonoaudióloga del proyecto y ella nos fue contando en base a su experiencia que a los niños les cuesta mucho realizar los ejercicios fonoaudiológicos que les envían para su tratamiento porque son aburridos y van en hojas de papel».
Por ello decidieron crear la aplicación que busca estimular tanto la comunicación como el aprendizaje en base a las tecnologías. En esta aplicación móvil el niño puede interactuar con objetos virtuales a través de tecnología como reconocimiento facial en donde al mirarse a la cámara puede ir atrapando con la lengua a modo de ejercicio. «La idea es hacerlo más entretenido, que jueguen y no se den cuenta de que están haciendo el trabajo», señaló.
El proyecto, que se encuentra en etapa de desarrollo, cuenta ahora con el apoyo de «un financiamiento a través de una incubadora de Santiago y también postulamos a Corfo. El próximo miércoles iremos a ver la etapa final para ver si nos lo aprueban por quince millones. Con ello compraríamos las licencias para poder vender la aplicación».
Este proceso, que realizarían a través de la venta de la aplicación consistiría en el pago por el plan completo descargable «que sería de unos dos mil pesos. Paralelo a eso tenemos un plan de instituciones educativas que es a la que queremos apostar más fuerte para que esto pueda ser gratuito para los niños y las familias. Es decir, que als instituciones puedan pagar para sus niños estos servicios».