Cuando parecía que la tesis de la Fiscalía y los querellantes tomaba mayor fuerza, nuevamente una jugada de la defensa en el contrainterrogatorio siembra la duda respecto a la participación de todos los imputados.
Se suponía que el día viernes ya tendríamos un veredicto condenatorio en el caso del gásfiter asesinado, sin embargo, el juicio, que debía durar 5 días, se extenderá por dos días más, finalizando el martes, o incluso podría suceder que termine el miércoles.
La quinta jornada nuevamente estuvo marcada por la intervención de un oficial de la PDI, esta vez el encargado de la investigación, quien detalló cómo, según sus indagatorias, se produjo la dinámica de los hechos.
Recordemos que si bien en un principio, tras las declaraciones de los imputados y la confesión del autor material del crimen, quien desligó de toda responsabilidad a los demás, la tesis de la defensa parecía tomar mayor fuerza, tras los testimonios de los testigos del Ministerio Público el caso pareció dar un vuelco, ya que se situó a los cuatro sujetos como involucrados y conocedores de lo que estaba haciendo el principal imputado.
Las pistas
de Marisol
Las primeras dudas que cuestionaron los relatos de los imputados las sembró la pareja de la víctima, Marisol Pezoa. En lo que fue un desgarrador relato en términos personales para ella, dio cuenta de que el imputado Felipe Mancilla (autor material) habría tenido contacto con los otros imputados tras el robo, por lo que no podría existir un desconocimiento total de los hechos, tal como lo habían señalado ellos en sus testimonios.
Pezoa, quien se encontraba en una videollamada con Luis Carreño, el gásfiter asesinado, al momento del crimen, contó que escuchó del otro lado de la línea cómo el homicida, tras apuñalar a su pareja, agitado le decía a otra persona: «Vamos, vamos, apaga el teléfono, ya lo apuñalamos», y tras ello se cortó la comunicación. De acuerdo a este testimonio, Mancilla no podía no haber comunicado su accionar a los otros tres ocupantes.
Posterior a ello, los relatos de los oficiales de la PDI fueron en la misma línea de lo que planteó Marisol.
Nada está definido
Sin embargo, para el abogado Carlo Silva, defensor de uno de los imputados, las declaraciones de los policías no han sido tan determinantes, ya que, asegura, pese a ser testigos del Ministerio Público, en el contrainterrogatorio han tenido la oportunidad de hacer preguntas y en esta dinámica, en algunos puntos se habría favorecido a la tesis de la defensa. «Por darte un ejemplo, en la teoría de la Fiscalía, la llamada en curso después que le roban el teléfono al señor, es escuchada por la pareja de él, y ella viene a declarar al juicio de que gracias a esa llamada ella escuchó la intervención de varias voces, de voces chilenas, que escuchó cerrado de puertas, o frases como ‘vamos vamos’, una serie de frases que trajo a colación en el juicio y que pueden impresionar como que en ese auto hay concierto de todo, pero para su sorpresa, hoy el policía ratifica en el juicio que nada de eso es correcto. Que la señora escuchó voces de extranjeros venezolanos, que escuchó una sola voz, no varias voces. Todo lo que dijo en juicio no es correcto», remarca Silva, agregando que «gracias a los testigos de la Fiscalía, la defensa ha logrado probar algunas cosas de nuestra tesis».
Pero, ¿estaría mintiendo Marisol Pezoa? Carlo Silva intenta entender este fenómeno desde el punto de vista de la mujer. «No necesariamente lo podríamos llamar mentira, porque la situación en la que ella estaba era una situación muy delicada. Lo que yo te puedo decir ahora es que ha habido una serie de imprecisiones (…) Entonces, yo te puedo declarar que mi defendido, que iba sentado en la parte trasera del vehículo, no realizó ninguna conducta salvo estar sentado en ese auto», afirma el abogado.
El hecho
Recordemos que el suceso se remonta al 4 de marzo del 2023, cuando el trabajador fue abordado por un sujeto -el hoy imputado Felipe Mancilla- para quitarle su teléfono celular mientras volvía a su hogar luego de una ardua jornada laboral y hablaba con su pareja a través de una videollamada.
La víctima, padre de dos hijos con quienes vivía en el sector de La Antena, opuso resistencia, frente a lo cual Mancilla sacó un arma cortopunzante, propinándole tres heridas mortales para luego irse del lugar.
Pero el autor material del crimen no andaba solo. Se dirigía a una fiesta con otros tres amigos a bordo de un vehículo, del cual se bajó para cometer el delito. Estos jóvenes también están sentados hoy en el banquillo y, tras el juicio, los magistrados deben determinar la responsabilidad de cada uno en los hechos.
De acuerdo a lo estipulado, mañana lunes, el Ministerio Público debería terminar con la presentación de su prueba y se daría paso a la prueba de la defensa, luego de ello tendríamos los alegatos finales y posteriormente el veredicto condenatorio.