A ese lugar van a abandonarlos, pues quienes conocen el sector aseguran que «dejan animales en cualquier estado, perritas en celo, preñadas, camadas completas, animalitos enfermos, agonizantes e incluso muertos», detalla Gabriela Santoro, rescatista independiente.
De acuerdo a un estudio dirigido por Fabián Espínola, médico veterinario de la Universidad de Chile, se estima que hay cerca de 3.6 millones de perros y más de 1.2 millones de gatos en el país, además concluyó que entre un 5% y un 7% de los animales no tendría un dueño único o conocido.
Pero no solo existe ese estudio, pues, según la Subdere (Subsecrtetaría de Desarrollo Regional y Administrativo), en el territorio nacional habría 255 mil perros deambulando por las calles y sectores rurales.
Situación que no es ajena a la región de Coquimbo ni a la conurbación, «ya que tanto el abandono de perritos como de gatos es máximo», declara Gabriela Santoro, que lleva ocho años como rescatista independiente de animales domésticos. Y no solo eso, declara que la situación «se ha incrementado, habiendo posibilidades de esterilizar a bajo costo, pero la gente no toma esas opciones, y cuando se hacen operativos, no todo el mundo lleva sus mascotas».
Explica que uno de los problemas de la proliferación se debe al poco control de esterilización de las mascotas, ni tampoco a la toma de conciencia de una tenencia responsable. En ese sentido señala que normalmente ocurre que «los dueños van a botar a sus perritas en celo para que lo pasen afuera, luego quedan preñadas, y cuando tienen a los cachorritos estas personas los juntan en una caja y los dejan o en los puntos de feria o en cualquier sector donde haya circulación de gente».
Uno de los puntos más críticos son las zonas de tomas en Las Compañías, como el sector La Varilla, «donde van a abandonarlos porque hay más libertades para andar de noche, y dejan animales en cualquier estado: perritas en celo, preñadas, camadas completas, animalitos enfermos, agonizantes e incluso muertos».
Daniza Araya, integrante de la agrupación Animalitos Abandonados del Olivar, también coincide con Santoro, «pues la situación de animales abandonados es crítica», y si bien agrega que la situación es visible en todas partes, incluidos sectores de Coquimbo, reconoce que es en La Varilla donde ya se «ha hecho frecuente».
Mucha crueldad
Una cosa es el abandono y otra distinta es la maldad y el maltrato, situación que para Daniza es posible ver con normalidad en dicha toma, «puesto que ahí se ve demasiado abandono y crueldad, la gente tiene una mente de no sé qué año, pero es horrible».
Y detalla que «no hay conciencia de nada, dado que hay perros enfermos que no se les da una atención y prefieren que mueran y las camadas abandonadas que sobreviven, crecen, y luego se va repitiendo el mismo ciclo».
El tema va en aumento, porque «cada vez hay más perros, se reproducen entre ellos, se va sobrepoblando y no para nunca el ciclo, se debe hacer un trabajo en esterilizaciones, porque es la única forma de parar el ciclo».
En ese sentido, cree que el municipio debiese tomar más protagonismo. Y si bien reconoce la existencia del Centro Veterinario Municipal en el Parque Coll, «las esterilizaciones que se hacen ahí no son suficientes, no dan abasto».
