¿Qué pasó con Carabineros en las manifestaciones del lunes? se preguntaban los principales comerciantes de la conurbación, quienes alegan que la institución no resguardó el orden público en ambas ciudades.
«Llamamos y no llegaban nunca, mientras había unos malandras que andaban merodeando los candados en Aldunate». En tanto, vecinos del sector Baquedano reconocen haber quedado defraudados tras el ataque al futuro retén de calle Varela. «Es triste pensar que lo dejaron abandonado, siento que hubo desinterés por repeler los incidentes».
Lo cierto es que en La Serena y Coquimbo hubo escenarios diferentes en el segundo aniversario del estallido social. En la capital regional un auto fue incendiado mientras su dueño se bajaba a comprar pañales para su hijo, y vándalos hicieron de las suyas en una caja de compensación. Ayer unos 400 adultos mayores debieron postergar el trámite y cambiar de sede.
En el puerto, unos hombres en evidente estado de ebriedad prendieron barricadas con la basura que no se llevó el camión la noche anterior. Luego de 20 minutos, un extenso operativo policial llegaba en motocicleta. Sorprendentemente no se tomó detenidos a los hombres, que incluso molestaban a los locatarios del lugar. Carabineros solo se dignó a restablecer la ruta.
La marcha de Plaza Las Américas terminó con encapuchados lanzando piedras a la que será la futura casa de Carabineros en el centro de Coquimbo. Quisieron desvalijarla. Un par de jóvenes incluso se metieron dentro del perímetro. Más de media hora de movimiento en una esquina donde se supone hay cámaras de vigilancia, sin embargo nadie de la policía se apareció.
«Estuvimos llamando y realmente no llegaron. Hemos luchado tanto por tener este recinto, que me parece extraño que haya un grado de desprecio por algo que será de ellos. Es la misma gente del sector quién apuró para que esto sea posible, es lamentable todo lo acontecido», dijo Richard Espinoza, presidente de la junta de vecinos Centro Oriente.
El lote de descolgados que armaba desordenes igualmente hizo de las suyas en el edificio consistorial del municipio. Vidrios de la fachada rotos y una garita de seguridad fue bombardeada de proyectiles. «Yo también llamé y nada», agrega Manuel Cabezas, comerciante de una galería y miembro de Acción Coquimbo, entidad compuesta por emprendedores del centro.
«En lo personal, me enfrenté con varios que andaban alterando la normalidad. Si bien no hubo el trajín de La Serena, hubo acciones y ratos en que se necesitaba la presencia de carabineros y prácticamente brillaron por su ausencia».
El comisario de la Segunda Comisaría de Coquimbo, mayor Marcelo Sandoval Contreras, señaló que de las 19 personas detenidas en la conmoración del 18 de octubre en la región, siete corresponden a la comuna de porteña. En el sector del supermercado Líder se capturó a sujetos que portaban armas de fantasía y bates de béisbol.
«Fue una jornada violenta a nivel conurbación, pero en la comuna de Coquimbo no tuvimos la intensidad que se vivió en La Serena. No hubo saqueos ni grandes requerimientos de la ciudadanía. Tampoco lesionados. La situación se complicó con el lanzamiento de fuegos artificiales en el perímetro de la plaza, pero pudimos salir adelante».
El oficial afirma que hubo monitoreo en todo momento. Los cortes de tránsito que provocaron que la marcha se desarrollase sin ningún problema, «no fue gratuito, fue parte de nuestro proceder», expone.
Se habría utilizado un despliegue predefinido y que iba avanzando de acuerdo a la dinámica de los hechos. «La construcción municipal y que esperar ser entregada a Carabineros dentro de poco tiempo estaba vacía».