Durante la noche de este viernes se realizó la ceremonia de lanzamiento del libro «Un cuento para Ernesto», obra del académico de la Universidad de La Serena, Edgardo Carabantes, quien es Profesor de Estado en Historia y Geografía y Magister en Psicología Educacional.
Carabantes, en su libro aborda el caso Lejderman, el cual ha salido a la palestra durante los últimos días a raíz de una columna publicada en El Mercurio, en donde se cuestionó al ex presidente del Servel (hoy renunciado) y ex Comandante en Jefe del Ejército, Juan Emilio Cheyre, por guardar silencio sobre este caso en el cual tuvo cierta participación.
El autor, también ex preso político durante la Dictadura Militar, agrega otros testimonios que abordan cómo se desarrollaron hechos ocurridos durante esos años.
¿Cuál es la importancia de esta obra?
«Es un texto que rescata la historia de Ernesto, de sus padres, la historia de otras personas que sufrieron la represión en nuestra región. Hace evidente también los nombres de algunos de los victimarios que desde el Regimiento Arica operaban asesinando personas dentro o fuera del regimiento. En ese sentido me parece que es una contribución más como otros textos que se han editado para rescatar la memoria social».
Hay gente que recién ahora viene a descubrir este caso cuando siempre han estado los antecedentes a la vista. ¿Por qué causa revuelo ahora?
«La verdad es algo que yo tampoco no entiendo mucho, porque es cierto lo que planteas, que cada cierto tiempo este tema y la violación a los Derechos Humanos sale a la luz, después se olvida, hay un caso que aparece y nuevamente se repite, lo que debiera ser una cultura permanente de recuerdo, de memoria».
¿Y la participación de Juan Emilio Cheyre?
«El crimen de los padres de Ernesto fue el 8 de diciembre del 73’. Alrededor de un mes antes, a principios de noviembre, dentro del Regimiento Arica fueron asesinados un hijo y un padre de apellido Rodríguez. Primero fue detenido el joven, muerto a golpes en el regimiento, y cuando dos días después va a preguntar el padre por su hijo, lo entran al regimiento y también lo matan. Entonces cuando Cheyre dice que no tenía antecedentes como para dudar de la versión que le habían dado los militares de la patrulla que asesinó al matrimonio Lejderman-Ávalos, me parece realmente que es una mentira enorme si esos antecedentes se manejaban a nivel del ciudadano común».
¿De quién es entonces la responsabilidad de mantener este hecho latente y que no escape a la memoria de los chilenos?
«Creo que es una responsabilidad de todos, de nosotros como sociedad (…) es responsabilidad también de los políticos. Yo creo que acá se acuñaron algunas expresiones como ‘En la medida de lo posible’ o después durante el gobierno de Lagos cuando sale el Informe Valech y las reparaciones austeras y simbólicas, en donde lo que correspondía era el concepto de ‘Reparación Justa’, que es lo justo, lo que está determinado por los pactos internacionales que Chile ha suscrito. Tales expresiones han contribuido a ese olvido».