Ayer finalizó el 2º Salón Sindical el cual fue una instancia para reunir distintos sindicatos de la región, con exposiciones, charlas, y stands informativos sobre el trabajo de cada sindicato, reuniendo a diversas empresas y autoridades del rubro.
En este contexto, la actividad sindical no ha estado exenta de conflictos, debido a la baja participación que ha experimentado en los últimos años. Sin embargo, el presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) provincial Elqui, Jaime Ramírez, señala que la participación, si bien es baja, se mantenido en los últimos años.
«El interés de la gente a participar se ha mantenido, la afiliación en Chile es bastante baja comparada con otros países. Se han constituido varios sindicatos, pero lamentablemente por la estructura del modelo económico, son sindicatos pequeños. Hay excepciones, sí, como es el caso de las manipuladoras de alimentos, que se constituyó un sindicato este año con 320 personas y ahora tiene más de 700 asociadas, pasando a ser el sindicato más grande la región», comentó Ramírez.
El dirigente acusa a que uno de los motivos que incide en la baja participación es el individualismo de muchas personas, absorbidas por el modelo imperante en el país. Ramírez señaló que que las empresas dan pocas garantías a la apertura de los sindicatos, por lo que la gente tiene temor a perder su fuente de empleo, sobre todo por estar constantemente endeudada, y prefiere no ingresar al sindicalismo.
El presidente insiste en que aquí hay una situación cultural, en donde muchas empresas ponen trabas para que se constituyan sindicatos. «Hay una serie de empresas que ponen prácticas antisindicales, como una conocida tienda del retail local, en que demoró que se constituyera un sindicato y hoy está prácticamente destruido. En la dictadura, la persecución a las organizaciones sociales generó una abstención de la gente a participar, de desconfianza en las organizaciones sociales», dijo expone Ramírez.
Cambio al Código del Trabajo
Para el dirigente de la CUT, en el país se requiere de una modificación profunda al Código del Trabajo que de garantías a los trabajadores para poder iniciar una negociación colectiva si lo requieren y puedan luchar por mejores remuneraciones y mejores condiciones de trabajo.
«Necesitamos un nuevo Código del Trabajo, donde los empresarios tengan que respetar la ley, y a los incentivos para que se pueda generar nuevas organizaciones, pero que además castigue a quienes no cumplan la ley. Uno ve a la seremi de Salud de la región, o de cualquier región, sancionando un local porque vendió una empanada en mal estado, pero aquellas empresas que no cumplen con la ley laboral y que tienen en malas condiciones a sus trabajadores, y con prácticas antisindicales que hacen y deshacen, están en la más absoluta impunidad. Entonces se requiere un cambio profundo», recalcó el dirigente.
Ramírez insiste en que esta situación es una responsabilidad, también, del Estado, a través del poder Ejecutivo y Legislativo para poder incentivar o modificar la Ley y dar posibilidades a los trabajadores y para todos los sectores.
Según cifras de la CUT, en Chile solo negocia el 5% de los trabajadores, y la tasa de afiliación solo llega al 10%, porcentajes que no reflejan las necesidades de adscribirse al mundo sindical, a causa -tal como Ramírez señala- de que no existen garantías, y que las autoridades no lo han abordado.