El presidente del gremio empresarial de la construcción en la región
de Coquimbo, Daniel Mas Valdés, advierte que «creemos que es necesario que esta crisis habitacional tenga una mirada mucho más global e íntegra».
Por culpa de la pandemia y el alza en los créditos hipotecarios, por ejemplo, el país está viviendo una de las peores crisis de acceso a la vivienda de las últimas décadas.
Justamente esa problemática ha empujado a miles de familias a vivir de allegadas, hacinadas o en campamentos. Así lo demuestra el estudio «Déficit habitacional: ¿Cuántas familias necesitan una vivienda y en qué territorios?» realizado por Déficit Cero y el Centro de Políticas Públicas de la Universidad Católica, que da cuenta de un déficit habitacional de 641.421 viviendas a nivel nacional.
En el caso de la región de Coquimbo, son 19.983 las viviendas que se requieren para responder al déficit habitacional de la zona.
¿Como región en una
crisis habitacional?
Para el presidente de la Cámara de la Construcción La Serena (CChC), Daniel Mas, existe un déficit habitacional «que lamentablemente es una realidad país, y sin duda que afecta mucho más a unas zonas que a otras, pero en rigor todas tienen demanda de viviendas, y es que esta urgencia está afectando a más de 641 mil familias en el país y, en nuestra región, el déficit es de alrededor de 20 mil viviendas, de acuerdo a un estudio de Fundación Déficit Cero».
Cuenta que en los últimos dos años esta situación se complejizó mucho más, «por las razones ya conocidas y que tienen relación con el alto costo de los materiales de construcción, demora y paralización de lo proyectos sociales, escasez de mano de obra, mayores reestricciones de financiamiento, incerteza político-regulatoria y los cuellos de botella que se deben enfrentar en los procesos para obtener los permisos, entre otros».
Un panorama que, asegura Mas, les complica y principalmente que «esta situación afecte todavía más con la nueva reforma tributaria, especialmente en la posibilidad de aumentar los impuestos al arriendo de viviendas DFL 2, ya que esto impactaría en el precio de los arriendos, provocando menores posibilidades de las personas a acceder a una vivienda por esta vía».
Algo parecido podría ocurrir con la eliminación del Crédito Especial de Empresas Constructoras (CEEC), «que quitó un subsidio indirecto a las familias y que provocará un aumento del costo de construcción de las viviendas de hasta 12%, lo que finalmente presionará un alza en su precio».
Al respecto, como Cámara Chilena de la Construcción, «creemos que las medidas que se tomen no deben profundizar más el problema o generar un mayor desincentivo a las personas al momento de adquirir una vivienda, y creemos que es necesario que esta crisis habitacional tenga una mirada mucho más global e íntegra».
En cuanto a números, en la región de Coquimbo, considerando que la proyección regional de hogares para el 2035 es de 328.541 y el déficit habitacional del año 2017 de 240.317, el requerimiento de vivienda a cubrir es de 120.307 hogares, lo que equivale al 4,7% del total nacional, posicionando a nuestra región como la séptima con mayor requerimiento de nuevos hogares.
Plan de Emergencia
Habitacional
Desde que asumió el Presidente Gabriel Boric, e incluso antes, ha manifestado la importancia de que cada persona tenga una vivienda digna. En ese contexto fue lanzado el Plan de Emergencia Habitacional.
Este proyecto buscará levantar 260 mil casas y departamentos para ayudar a las más de medio millón de familias que viven en condiciones poco apropiadas, algo que termina repercutiendo a todo nivel.
Respecto a este proyecto, Mas apuntó que «valoramos por cierto el Plan de Emergencia Habitacional que impulsa el Gobierno, un proyecto ambicioso que esperamos reactive al sector y al empleo, pero por sobre todas las cosas, otorgue una vivienda a las miles de familias que la necesitan con urgencia y les de mayor bienestar y calidad de vida».