Chile está en el 5° puesto a nivel mundial como uno de los países con más áreas marinas bajo algún tipo de protección (más de 1.600.000 km²).
Bajo ese escenario el país está siendo foco de interés de países vecinos que están iniciando acciones de conservación oceánica.
Uno de ellos es Uruguay, país con que Chile tiene un Acuerdo de Cooperación Ambiental que posibilitó que una delegación del gobierno extranjero visitara la Reserva Marina Islas Choros-Damas de la Región de Coquimbo y la Reserva Marina Isla Chañaral de Aceituno de la Región de Atacama para conocer la experiencia local de las instituciones y comunidades.
La expedición en dichas reservas marinas que rodean las tres islas que conforman la Reserva Nacional Pingüino de Humboldt tuvo como anfitriones al Ministerio del Medio Ambiente y el Servicio Nacional de Pesca de Chile y como visitantes a profesionales del Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente y del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca de Uruguay.
El Seremi del Medio Ambiente de la Región de Coquimbo, Eduardo Fuentealba, explica que «Chile y Uruguay son miembros del Convenio de la Diversidad Biológica que plantea entre sus metas estratégicas al año 2020 aumentar el porcentaje de superficie protegida marina. A su vez, en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de Naciones Unidas, ambos países están comprometidos a trabajar hacia el cumplimiento de una serie de metas para conservar y utilizar de forma sostenible los océanos, por eso nos parece muy relevante la cooperación binacional para intercambiar conocimientos y analizar nuestras similitudes, diferencias y desafíos comunes».
Gerardo Cerda, encargado de gestión ambiental y planificación de Sernapesca Región de Coquimbo (organismo que tiene la tuición de las reservas marinas en Chile), añade que «el convenio entre ambos países busca potenciar las capacidades de las instituciones en el manejo de áreas marinas protegidas, por lo cual podemos traspasar la experiencia en materia de administración, normativas y la relación con las personas involucradas para ir creciendo y definiendo políticas en conjunto».
APRENDIZAJE
DE LOS
URUGUAYOS:
Para intercambiar conocimientos y experiencias sobre cómo se involucran los actores locales vinculados a las áreas protegidas, la delegación de Uruguay dialogó con pescadores artesanales, agentes turísticos y guarda parques de la Corporación Nacional Forestal en Punta de Choros y en Chañaral de Aceituno. Además, participaron en una sesión conjunta de la Mesa de Trabajo de la Reserva Marina Islas Choros y Damas y Consejo Consultivo de la Reserva Nacional Pingüino de Humboldt.
«El objetivo de la visita a Chile es comprender cómo se están implementando instrumentos de gestión y nos ha parecido interesante la variedad de instituciones que coexisten y se articulan en las áreas protegidas, incluyendo las organizaciones vinculadas a pesca, turismo y otras actividades», expresó Joaquín Marqués, del Servicio Nacional de Áreas Protegidas de la Dirección Nacional de Medio Ambiente perteneciente al Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente de Uruguay.
Graciela Fabiano, funcionaria de la Dirección Nacional de Recursos Acuáticos del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca de Uruguay planteó que «a pesar de las diferencias ambientales entre el océano Atlántico y el Pacífico hay enormes similitudes, porque todos estamos apostando al desarrollo sustentable para que los ecosistemas y recursos se mantengan por el tiempo. Creemos que las experiencias de otros países nos permiten saber qué modelos seguir».
Actualmente Uruguay cuenta con 14 áreas protegidas (130 mil hectáreas), de las cuales 4 son marinas-costeras. Respecto a los conocimientos que dicho país puede entregar a Chile, Soledad Ghione, responsable del proyecto Lagunas Costeras del Servicio Nacional de Áreas Protegidas de Uruguay, indicó que «desde nuestra corta experiencia en áreas protegidas que data del año 2008, creo que hemos podido ganar experiencia en trabajar con los actores con intereses en las áreas protegidas, ya que el 90% del territorio de Uruguay es privado». Añadió que la pasantía les permitirá llevar ideas en torno al manejo turístico de las reservas.