Bomberos de la Segunda Compañía de Pichidangui acudieron a la emergencia y recomendaron que el sistema eléctrico debe ser inspeccionado por profesionales competentes.
La emergencia obligó a evacuar el Jardín, y hasta el día de hoy, miércoles 24, las actividades se encuentran suspendidas por una emergencia eléctrica sufrida el pasado lunes 22 en el establecimiento educacional.
En una protesta organizada frente al Jardín y Sala Cuna Valle Feliz, de Quilimarí, Jessica Pizarro, representante de la ONG QUILIDANGUI y parte de la directiva del Centro General de Padres y Apoderados, hizo una grave denuncia respecto a las condiciones en las que se encuentran los niños en el establecimiento.
Según Pizarro, el municipio ha incumplido reiteradamente los compromisos adquiridos hace más de cuatro meses, tras diversas reuniones con autoridades locales. «Estamos aquí porque nuestros hijos están siendo expuestos a condiciones indignas y peligrosas», declaró Pizarro, mientras señalaba el patio deteriorado del jardín. «Los juegos están obsoletos, no hay cunas y los padres tienen que traer coches para que los niños puedan dormir. Esto es inaceptable».
Entre las irregularidades mencionadas por Pizarro, destacó el estado del ambiente, denunciando que «el olor a cable quemado en la sala medio mayor es la gota que rebasó el vaso».
Esta situación, según los apoderados, pone en riesgo la salud y seguridad de los menores, quienes podrían sufrir accidentes o contraer enfermedades.
La protesta pacífica, que congregó a numerosos padres preocupados esta mañana, espera la llegada de representantes del Departamento de Educación Municipal (DAEM) para exigir respuestas concretas. «No permitiremos más abusos. Es hora de que las autoridades cumplan con sus responsabilidades», enfatizó Pizarro.
Los padres afectados también criticaron la falta de continuidad en el funcionamiento del jardín infantil y sala cuna, vital para familias trabajadoras de la comunidad. «No podemos trabajar ni llevar el sustento al hogar si no hay un lugar seguro y digno donde dejar a nuestros hijos», lamentó Pizarro.
Por último, recalcó que «JUNJI proporciona los recursos necesarios, pero es responsabilidad de Daem asegurar que se utilicen adecuadamente para beneficio de los niños».
Los padres y apoderados esperan que esta denuncia pública lleve a acciones concretas de las autoridades locales para mejorar urgentemente las condiciones del jardín infantil.
El concejal Fabián Carvajal, por su parte, confirmó las anomalías en el Jardín: «Existe mucha preocupación por lo acontecido, debido que las aulas son antiguas y hace unos años, cuando fue la problemática de malos olores que ocurrían en los baños y otros sectores del jardín, se mencionó que se tenía en proyecto realizar otro jardín en un sector más seguro, fuera de riesgo de inundación e igual mejorando su infraestructura».
La autoridad comunal dijo haber enviado un correo electrónico a la administración y Daem mencionando lo ocurrido y aclarando información, «ya que existe la preocupación de si existe certificación de la red eléctrica de aquel establecimiento», puntualizó.
Lo anterior, es más preocupante luego que personal especializado de Bomberos de la Segunda Compañía de Pichidangui, en una revisión del establecimiento, constatara las imperfecciones, recomendando «que las instalaciones eléctricas sean inspeccionadas por un profesional competente»
Se espera que las autoridades municipales respondan pronto ante estas acusaciones, que han generado una creciente preocupación en la comunidad de Quilimarí.