Al menos 20 viviendas sociales, destinadas a la tercera edad porteña, se encontrarían tomadas en el sector de Tierras Blancas. No sería solo esa situación irregular la que se vive en el popular barrio coquimbano, y es que la denuncia en concreto además hace referencia a que presuntamente estos domicilios del Estado estarían siendo ocupados por grupos dedicados al microtráfico.
El hecho alarma en una comunidad que de manera inédita le toca ver por sus ventanas como llegan a estas casas abandonadas una serie de jóvenes de dudosa reputación. La información fue entregada por el concejal de Coquimbo Guido Hernández, quién con una vecina del sector fueron a poner una nueva constancia en Carabineros.
Esta gente tiene miedo. Por eso no nombraremos la calle específica donde se instalarían estos sujetos. Aseguran que se dedican a cometer el ilícito de la venta de pasta base y marihuana.
«El dilema es que estas casas sociales prácticamente están siendo tomadas por delincuentes. Cuando se muere un adulto mayor se pasa a otro, pero la mayoría de las veces las casas quedan a la deriva. Entonces acá lo que tenemos es que a Serviu se le escapó de las manos esta situación, y la gente está desesperada».
La problemática, según Hernández, no solo se concentra en Tierras Blancas. «Cuando hice la denuncia en redes sociales, aparecieron otros vecinos de distintos sectores alegando lo mismo, me comentaban sobre la misma figura delictual. Es hora que se actué. Hemos hechos muchas denuncias pero no pasa nada».
El miembro del concejo afirma que la burocracia del Estado no permite agilizar ningún tipo de desalojo. «Carabineros incluso ha mandado oficios a Serviu en forma reiterada, sin embargo los procesos del sistema público bloquean todo. Y cuando se logra desalojar, vienen otros y hacen lo mismo. Es un círculo vicioso que debemos cortar luego».
Lo que pide esta gente es que las casas sean recuperadas y reasignadas a familias que realmente lo necesiten, para frenar la inseguridad que crece en el sector.
«La población de Tierras Blancas ha sido postergada por muchos años, incluso impulsan convertirse en comuna al ser considerados el patio trasero. Reclaman falta de servicios y una delincuencia sin frenos. Este último factor es el que más preocupa, y es que están atemorizados ante una escalada de denuncias que nos hacen llegar a mí y a mi equipo. Uno pediría que por lo menos haya fiscalización en esas casas y que dejemos de darnos vueltas y actuemos antes que sea demasiado tarde», sentenció el concejal.