Mayoritariamente son tejedoras y todas de pertenencia indígena, pues hay mapuches, diaguitas y aimaras. Venden sus productos e historia en 20 puestos ubicados en la Plaza de Armas de La Serena.

Las oportunidades se dan, pero muchas veces también se buscan. Y bien lo saben las mujeres de la Corporación Newen Lafken, que cumplen diez años derribando barreras, pero también levantando espacios para las personas indígenas y dedicándose al desarrollo de ferias.

Desde el 24 de junio que están instaladas con 20 puestos en la Plaza de Armas de La Serena, y agradecidas, como cuenta María José Hidalgo, de ascendencia Diaguita, de que les hayan extendido el permiso hasta el 27 de julio.

«Nos hemos visto en la necesidad de levantar esta feria, porque la región tiene un 13% de desempleo y todas las personas que tenemos en nuestro emprendimiento, mayoritariamente tienen profesión y un oficio, pero de todas formas han visto en este lugar una respuesta a nuestra economía domiciliaria».

La región es lenta y tiene estacionalidad, «barreras que nosotros tenemos que saber sobrellevar, especialmente porque todas somos dueñas de casa, jefas de hogar, y justamente por eso hemos visto la necesidad de salir a la plaza a ofertar nuestros productos y talleres».

Mayoritariamente son mujeres tejedoras y todas de pertenencia indígena, pues hay mapuches y también aimaras, y todo lo que venden «lo hacemos desde nuestra forma y cultura», cuenta.

Para ellas lo importante de tener una gran valoración por la pertenencia a la tierra «es primordial», por eso dicen que es una tremenda oportunidad, «y agradecemos, reitero, el apoyo que nos entrega el municipio para que podamos ejercer nuestros puestos de trabajo en este espacio compuesto por 20 personas, pero que, además, indirectamente generamos dos puestos más, por cuanto tenemos los guardias que cuidan por las noches. Así que nosotros sí estamos haciendo un impacto económico en la región…».

Fuente de trabajo

Verónica Lazcano, de ascendencia aimara, advierte que lo que ellos hacen «es cultura», y por ello esperan respeto, especialmente de quienes «han hablado mal de nosotras».

Misma opinión entrega María José, vocera de la agrupación. Sin embargo, en lo que todas coinciden es que estos espacios «siempre son necesarios para sobrellevar a nuestras familias, más aún en estos meses, siempre más complejos, donde la estacionalidad está súper complicada y el turismo detenido. Estamos haciendo estrategias para generar ingresos y llevarlos a nuestros hogares de una manera digna, porque esta feria es una fuente de trabajo digna».

La feria estará solo un par de días más y durante agosto «estaremos sin trabajo», avisa. No obstante, se prepararán para la pampilla indígena de septiembre.

«Este año estaremos con toda la energía, con todo el newen, por cuanto nos está apoyando el municipio de La Serena y esperamos también el apoyo del Gobierno Regional, así que somos un espacio que ha levantado la cultura para las personas indígenas. ¿Sabe? Esto que hacemos es gestión, porque si no hay un trabajo de gestión detrás, las ferias no se logran desarrollar».

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