Tras dos semanas de toma, la situación en la Universidad de La Serena es insostenible. Esto después de las constantes quejas de apoderados y la mayoría de los estudiantes, además de una serie de comunicados de parte de la casa de estudios, rechazando las manifestaciones que llevan los estudiantes de las carreras de pedagogía en los campus Isabel Bongard y Andrés Bello.
Ayer lunes, la Gobernación de Elqui recibió de parte de la rectoría y de su rector Nibaldo Avilés, una carta firmada solicitando el desalojo inmediato de las sedes tomadas.
La gobernadora Norambuena no quiso referirse al tema, porque señalaron que el proceso está en manos de Carabineros, quienes pueden actuar hoy, mañana o en una semana. «Eso depende de ellos», señalaron desde la gobernación.
Quien se manifestó respecto a esta situación, fue el diputado Juan Manuel Fuenzalida, al señalar que «ya era hora que la autoridad académica adoptara las medidas, puesto que la orden de desalojo forma parte de lo que es el Estado de Derecho, porque no puede ser que un grupo minoritario se tome los campus de la universidad y deje sin clases a la gran mayoría de los alumnos».
COMUNICADO ULS
Ayer martes, mediante un extenso Comunicado Público, el rector de la ULS, Dr. Nibaldo Avilés, confirmó la tramitación del desalojo y explicó los alcances. «El Consejo Académico, la Junta Directiva, la Asociación de Académicos A.F., la Asociación de Funcionarios A.F. y también otras instancias internas, requirieron que se gestionara la restitución de los espacios universitarios ocupados por la fuerza, trámite que se cumplió acorde al DFL Nº22 y la Ley Nº19.175, cuerpos legales que entregan atribuciones a la Gobernación para restituir espacios de propiedad fiscal o pertenecientes a entidades del Estado, a petición del Rector (…). Es preciso aclarar que como comunidad universitaria no queremos la violencia extrema en nuestros campus, y que seguimos confiando en el diálogo como principal mecanismo de resolución de conflictos».