Los hechos se remontan a noviembre del 2021, luego que la PDI iniciara una investigación por presunto abuso al interior del establecimiento de Las Compañías. En paralelo, la Corporación Gabriel González Videla decidió, mientras durara la investigación, suspender de sus cargos a tres funcionarios. Ahora los dos organismos desestimaron las denuncias y señalaron que
en el colegio actuaron apegados a la norma, y el director Jilberto González, junto con los otros trabajadores, retomaron sus labores.
A fines de noviembre del 2021, dos apoderados hicieron una denuncia en Carabineros respecto a un posible abuso en el colegio en contra de una menor de primer año básico, esto fue un día lunes en la tarde, cuando en aquel entonces había media jornada, porque el establecimiento estaba en pleno de proceso de retorno presencial en el contexto de pandemia.
Jilberto González, director del Colegio Carlos Condell de Las Compañías, accedió a conversar con LA REGIÓN, relata que «una vez que la profesora conversa de esto, tipo 4 de la tarde, le pregunto si los apoderados habían realizado la denuncia, porque si no era así la haríamos nosotros».
«Ella me llama y me dice que pareciera que sí, pero no fue confirmado. Entonces lo que hago es llamar a la asistente social para corroborar cuanto tiempo tenemos nosotros para hacer la denuncia, y de acuerdo al reglamento interno y la ley eran 24 horas, por tanto cito a los apoderados con la profesora para el día martes en la mañana para nosotros poder recabar la información de la niña, como su Rut, nombre complejo, dónde vive, y proceder a hacer la denuncia», relata.
Ese día llegaron los apoderados a hablar con el director, quienes ratifican la denuncia de puño y letra de la hermana, «me puse a disposición de ellos y que nosotros no nos íbamos a esconder, ella me dijo que no creía, pero no era así, pero de todos modos tenía que ver las cámaras del colegio».
«En ese instante llega la inspectora de la PDI para notificarme que el colegio había sido denunciado, no hay nombres en la denuncia, solamente era una abierta, nunca hubo nadie oficialmente sindicado», sostiene González.
El director le responde a la inspectora y puso a disposición de ella todo, las cámaras, el personal, para que esto se aclarara, «nosotros íbamos a ser totalmente transparentes, y si hubiera algún responsable, habría que meterlo preso».
«Nos pidieron las evidencias que teníamos y fueron evacuadas todas las que tienen que ver con reglamento interno, protocolos, y nos demoramos hasta el día jueves en entregar las copias de unos discos, porque esa clave no la teníamos, sino que el ex subdirector que había renunciando el año anterior, por eso nos demoramos, nos pasó la clave y pudimos ingresar a ese disco, donde tomamos cuenta que la niña nunca había entrado al baño de su edad, de hecho nunca entró a ninguno durante la mañana de ese día, por tanto nuestra sorpresa fue grata porque entendimos que en el colegio nunca pasó nada», relata.
Agrega que «aun así, el miércoles en la mañana hice una denuncia y pedí una medida de protección para mí en el Tribunal de Familia y que todos aquellos que fueran responsables les cayera todo el peso de la ley, el tribunal ordenó casi las mismas diligencias que nos preguntó la PDI, pero ellos agregaron una denuncia contra la Superintendencia de Educación, quienes ordenaron una investigación en el colegio para ver si los protocolos habían sido adecuados y se ajustaban a la ley, y eso salió a favor de nosotros porque les entregamos todo».
De esa denuncia, el director aclara que fueron absueltos, «ya que en un documento de la Superentendía de Educación dice que en el colegio el director aplicó todas las medidas que corresponden de acuerdo a la ley, y que en el establecimiento no ocurrió nada».
Posteriormente, el viernes de esa semana, el tutor de la menor habría incitado al resto de apoderados a que habría un violador en el colegio, «entonces, de un abuso, pasamos a una violación, además que nunca ocurrió, después llegaron y se metieron al colegio, a la sala de la niña, entre ellos estaba la apoderada, por lo que llamé a Carabineros, y era tanto el desorden que me dicen que por qué no muestro las cámaras, y no lo quería hacer porque era secreto de sumario, pero con la autorización de ellos lo hice».
«Al final accedí que vieran las cámaras, y efectivamente el hermano de la niña, como guardia de supermercado, maneja bien las cámaras, pidió hacerlo y le dijimos que sí, hizo varios pantallazos, y al cabo de una hora dijo que se iba porque a su hermana no le pasó nada…», señala González.
Sumario e investigación
desestiman denuncia
El director da cuenta que tras los hechos llamó a su jefa y le dijo que los suspenda, «me dice que no se puede porque no habían cargos, ya que todo lo que se dijo fue a través de redes sociales, más no de la denuncia, pero para hacer esto aun más transparente, nos sometimos voluntariamente a un sumario».
«Al final se podía hacer y bajo este mismo sumario a nosotros nos suspenden, y esto era para que la gente se queda tranquila porque querían poco menos lincharnos a los tres», señala.
Agrega que «este sumario se empezó a alargar, hasta que hace dos semanas el fiscal da cuenta de lo mismo, en el colegio no pasó nada y el establecimiento aplicó todas las normas y protocolos. Antes de esto, el Tribunal de Familia cierra el caso, y ellos dijeron que tampoco había pasado nada, y le da la razón tutela a la hermana, porque la familia tiene un problema grande» puntualiza González, quien por estos días ya volvió al colegio.