Provistos de dos pistolas, Cristián Alucema, de 18 años, Carlos Muñoz (29) y Fernando Oliva (18) ingresaron al bar «El Galpón» de calle Melgarejo entre Portales y Alcalde comenzando a amenazar a los clientes que estaban en el interior.
Debido a esto el encargado del local, L.A.M.A., intervino obligando a los tres sujetos a salir, pero en ese momento extrajeron el armamento que tenían, exigiéndole la entrega de su teléfono celular y su billetera.
A pesar de ser apuntada, la víctima logró hacer salir a los pistoleros a la calle cerrando la puerta de acceso principal, llamando a la Segunda Comisaría por ayuda, temiendo que los sujetos intentaran ingresar nuevamente.
Personal motorizado de la unidad policial concurrió raudamente al comercio, recabando con los afectados la descripción física y de ropas de los antisociales, saliendo en su búsqueda.
Este operativo duró unos instantes porque los policías interceptaron en la misma calle Melgarejo con Alcalde a los imputados quienes estaban huyendo, sometiéndolos a control de identidad.
Gracias a esa fiscalización a Alucema, le fue decomisada una pistola calibre 8 milímetros, con un cargador que contenía un proyectil y Oliva fue descubierto con otra pistola calibre 8 milímetros sin cargador, la que al ser revisada por los aprehensores, resultó ser de fantasía, al igual que el arma que su cómplice portaba, las que por su realismo pasaban como armas verdaderas.
Ambos individuos junto a Muñoz, quien no portaba ninguna arma, fueron apresados por robo, delito por el cual fueron remitidos al Juzgado de Garantía porteño.
Reincide en
menos de
dos días
Al revisar sus antecedentes Fernando Oliva registra un arresto el pasado domingo al interior del recinto de la Pampilla, mientras era efectuada la celebración del Día del Niño, luego de ser denunciado a la policía por testigos, al ser visto junto a dos menores de 14 y 15 años portado armas.
Sus compinches fueron capturados con una pistola verdadera y otra de fogueo, mientras que Oliva tenía un cortaplumas del tipo «mariposa», que arrojó al suelo antes de ser apresado.